Uno de los municipios más poblados de Antioquia tiene elecciones este domingo a pesar de las movidas para suspenderlas. Desde el 2 de enero de 2020 está en manos de un clan político acusado de corrupción que controla en interinidad la administración local. En el medio hay contratos multimillonarios, suplantaciones y sobornos.
Por: El Armadillo
Rosario del Rocío García Vargas vive en una invasión en la vereda La Uribe de Caucasia. A sus 64 años está registrada en el Sisbén como «población vulnerable» y por eso accede a servicios de salud en modalidad subsidiada; es decir, el Estado paga por ella. Sin embargo, el pasado 5 de mayo interpuso una acción de tutela ante un juzgado de Bogotá en la que hizo una completa exposición de conceptos epidemiológicos y presentó un listado de pruebas y argumentos jurídicos para pedir que se suspendieran las elecciones atípicas de alcalde, previstas para este 6 de junio.
Ferney Vidales Reyes, juez segundo civil del circuito de Bogotá, le dio la razón y el 25 de mayo les ordenó a la Gobernación de Antioquia y a la Registraduría suspender las elecciones. Ante la decisión, el equipo de campaña de José Nadin Arabia, actual candidato por Cambio Radical, ubicó a García Vargas y grabó un video que circuló en mensajes de WhatsApp entre los habitantes del municipio y luego llegó a varios medios de comunicación:
—¿Usted ha interpuesto alguna acción de tutela?
—En ningún momento. Casi no salgo al pueblo, sino que me mantengo acá, en los quehaceres de la casa y la parcela.
Con la asesoría y la influencia de la campaña de Arabia, García interpuso una denuncia por esa suplantación que llevó a que, una semana después, el Tribunal Superior de Bogotá declarara la nulidad del fallo y a que la Gobernación de Antioquia convocara otra vez a las elecciones en la fecha original. Pero ese es solo uno de los pasos de una estrategia que tuvo el objetivo de mantener a Félix Olmedo Arango Correa como alcalde encargado y una expresión del poder que concentra un clan político que desde 2012 acumula recursos e influencia en Caucasia.
El guion de la historia tiene otros elementos. En un resumen rápido estarían la nulidad de la elección como alcalde del periodista Leiderman Ortiz, varios contratos multimillonarios entregados a dedo, el asesinato de un funcionario que había denunciado actos de corrupción, la disputa entre varios caciques electorales, la muerte por covid-19 de Ortiz —quien de nuevo era candidato y punteaba en la intención de voto—; y, por supuesto, también la intención del alcalde encargado y su padrino político, el senador Germán Hoyos, de perpetuar su interinidad.
Hoy en la primera línea de la disputa por el poder en Caucasia están Surany Arboleda, hija de la parapolítica Rocío Arias, quien pretende desmarcarse de su herencia materna; José Nadin Arabia, quien además de revelar la suplantación en la tutela que suspendió las elecciones, quiere ser alcalde por cuarta vez y ha sido acusado de vínculos con el paramilitarismo y de haber sido apadrinado por el narcotraficante José Bayron Pidrahita. Y acaba de entrar en el juego Jefferson Sarmiento*, sobrino de Leiderman Ortiz y heredero de su capital político.
El clan Rodríguez y el periodista/candidato
En abril de 2016, el programa Los Informantes presentó un reportaje en el que le puso a Leiderman Ortiz Berrío el calificativo de «el periodista más amenazado de Colombia”. Ese programa le dio alcance nacional a la historia de Ortiz, reconocido entonces en el Bajo Cauca y en círculos periodísticos de Antioquia por sus denuncias contra algunos políticos de la región asociados con mafias del narcotráfico. También, por amenazas que lo mantuvieron con un esquema de seguridad del Estado durante más de una década a raíz de las publicaciones en su periódico, La Verdad del Pueblo.
Para ese momento, Ortiz ya había hecho carrera también en la política: aspiró a la Alcaldía de Caucasia por el Partido Verde (2011) y al Concejo con el aval de Cambio Radical (2015). En ambos casos sin éxito. En 2019 fue su tercer intento. Apadrinado por el senador Germán Hoyos, ganó la Alcaldía con la chapa del partido de la U y superó por nueve puntos porcentuales a su oponente más cercano, el exalcalde José Nadin Arabia.
Sin embargo, el Tribunal Administrativo de Antioquia anuló su elección puesto que Ortiz incumplió el régimen de inhabilidades: en el año previo a las votaciones tuvo varios contratos con la Alcaldía de Caucasia y con el Hospital César Uribe Piedrahíta (HCUP). Nunca pudo posesionarse y, en su lugar, el 2 de enero de 2020, el gobernador Aníbal Gaviria designó como alcalde encargado a Félix Olmedo Arango Correa, quien desde 2014 era el subdirector científico de ese mismo hospital.
Arango y el HCUP son centrales en la historia. Fue desde esa institución y de la mano del ahora alcalde encargado que se consolidó lo que en Caucasia muchas personas llaman el clan Rodríguez, de los hermanos Óscar y Orlando José Rodríguez. Este último, en 2012, asumió la gerencia del hospital que para entonces tenía un presupuesto de $17.857 millones y desde allí lideró una maquinaria burocrática y de contratación hasta mayo de 2020. Según le dijo a El Armadillo el propio Óscar Rodríguez, durante la gerencia de su hermano, el hospital pasó de 200 a 850 trabajadores y aumentó su presupuesto de $17 mil millones a $93 mil millones.
Fue justamente Orlando José Rodríguez quien nombró a Félix Olmedo Arango en la Subdirección Científica. Arango venía de ser contratista de esa entidad y, al mismo tiempo, concejal de Santa Rosa de Osos, tal y como lo reveló el periodista Sergio Mesa en un informe que publicó en febrero de 2020.
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Mesa, que ha hecho seguimiento al clan Rodríguez, también publicó varias investigaciones en las que asegura que el hospital se transformó en un fortín para los intereses de esa familia y sus allegados. Uno de los casos que destacó es el del sindicato Sintrasant, —constituido en Sincelejo, pese a que el acrónimo significa Sindicato de Profesionales y Trabajadores Independientes de la Salud de Antioquia— y que, de acuerdo con Mesa, fue creado a la medida para contratar con el hospital, también con suplantaciones entre los firmantes de su constitución y con el objetivo de acaparar recursos por medio de un esquema de tercerización del personal. Entre 2012 y marzo de 2020, ese sindicato contrató cerca de $140 mil millones con el HCUP.
La historia de Rodríguez y Arango se cruzó con la de Leiderman Ortiz cuando se acercaban las elecciones de 2019. El Armadillo consultó a varias fuentes que coincidieron en que la campaña del periodista contó con el apoyo político y los recursos de ese clan, como lo reconoció luego el propio Óscar Rodríguez.
“Ellos pagaron una encuesta y encontraron que uno de los más opcionados era Leiderman. Le pusieron un abogado y lo convencieron de que no estaba inhabilitado. Fue una campaña ostentosa, con un montón de gente, tarimas y sonido. Todo eso pagado por los Rodríguez”, dice una de esas fuentes.
Pero el éxito electoral de Ortiz se derrumbó con la demanda de nulidad contra su elección. “Fue el mismo Leiderman el que propuso a Félix Olmedo para que lo reemplazara porque decía que tenía una buena relación con él”, afirma otra fuente.
Y así fue. Con la intermediación del senador Germán Hoyos, el gobernador Gaviria nombró a Arango en enero de 2020, mientras el partido de la U, que avaló la candidatura del periodista, conformaba una terna para que la Gobernación de Antioquia designara a un alcalde en encargo hasta tanto se resolviera la situación de Ortiz o se convocaran unas nuevas elecciones.
Arango estaría entonces solo temporalmente y para cubrir la vacancia, pero la terna que presentó esa colectividad reventó las relaciones del periodista con el clan Rodríguez y con el senador Hoyos: “Leiderman había hablado con Germán Hoyos para que pusiera a otro candidato en la terna, pero Hoyos lo engañó y puso a Félix Olmedo. Entonces Leiderman empezó a decir que el clan Rodríguez era corrupto y que se estaban robando a Caucasia”, asegura una de las fuentes.
Y es que de las fotos de campaña en tarima junto al gobernador Gaviria o en las que Ortiz, Germán Hoyos y Óscar Rodríguez —líder del partido de la U en el Bajo Cauca— se abrazaban, el periodista/candidato pasó a promover marchas en su contra y acusó a Hoyos de haber encontrado “la gallinita de los huevos de oro en Caucasia para enriquecerse por medio de algunos miembros de la familia Rodríguez”.
Óscar Rodríguez asegura que Ortiz se distanció de su familia porque “él había soñado con la Alcaldía y nunca pensó que se fuera a hacer real. Por eso cuando se le da y luego se le va de las manos, empieza a buscar culpables y… uno siempre busca afuera. Le dimos apoyo jurídico y no se dejó asesorar”.
Entre tanto, en mayo de 2020 una decisión del gobernador Gaviria puso otro elemento en el panorama: luego de una convocatoria pública en la que el clan Rodríguez presentó a varios candidatos para preservar su poder en el HCUP en un tercer periodo consecutivo, la administración departamental designó como gerente a Luis Octavio Gutiérrez, quien trabajó durante casi 20 años en el hospital de Ituango, del que también fue gerente. Además, en las pasadas elecciones fue candidato a la Alcaldía de ese municipio.
“La Gobernación hizo una convocatoria y se presentó Óscar Rodríguez, hermano de Orlando. Pero Aníbal entró en una encrucijada en el alma y tomó una decisión sabia: le quitó el poder a los Rodríguez y se lo dio al grupo político de Germán Blanco”, asegura una fuente.
Blanco, miembro del partido Conservador, es representante a la Cámara y presidente de esa corporación durante esta legislatura. Es, además, esposo de la secretaria de Salud de Antioquia, Lina Bustamante. Un político que conoce de cerca a Blanco y a sus allegados reconoce su influencia burocrática en varias instituciones de salud del departamento, confirmó la conexión entre Gutiérrez y el representante, y calificó la decisión de Gaviria con la Gerencia del HCUP como ‘salomónica’: “Así dejaba contentos a los Rodríguez y a Germán Hoyos con la Alcaldía, y también dejaba contento a Blanco dándole el hospital”.
Pero esa movida tocó intereses que iban más allá de los puestos. Al llegar a Caucasia, el gerente Gutiérrez sacó del hospital al sindicato Sintrasant. Su último contrato finalizó el 31 de diciembre de 2020 y en adelante llegaron otros proveedores. Además, en marzo de 2021, “hizo una audiencia pública de rendición de cuentas en donde mostró el estado en que había recibido el hospital, mostró las cuentas y algunos hallazgos ratificando una auditoría que había hecho la Contraloría que tenía unos hallazgos supremamente graves”, dice el periodista Sergio Mesa.
Se refiere a un informe que la Contraloría General de Antioquia presentó en enero con 22 hallazgos de posibles irregularidades en ese hospital en 2019, durante la Gerencia de Orlando José Rodríguez. “Además se guardó cinco hallazgos que no quiso hacer públicos en la rendición de cuentas porque se los iba a entregar a la Gobernación, la Fiscalía, la Contraloría y la Procuraduría, pero no alcanzó a entregarlos. Precisamente por eso lo mataron”, agrega Mesa. Gutiérrez sufrió un atentado el 13 de abril y murió al día siguiente en un hospital de Montería.
Otra muerte, tutelas, retractaciones y un juez que ve el futuro
En febrero de este año el Consejo de Estado confirmó la nulidad de la elección de Leiderman Ortiz y ordenó la convocatoria a elecciones atípicas. Con esa decisión y ahora declarado enemigo del clan Rodríguez y de Germán Hoyos, el periodista empezó de nuevo campaña, ahora con el aval del movimiento de las Autoridades Indígenas de Colombia (AICO). Pero no alcanzó a ir de nuevo a las urnas: en la madrugada del 26 de mayo murió de covid-19 en Medellín.
Cientos de personas participaron en una caravana para despedirlo y, cuando la funeraria llegó con las cenizas a la casa donde vivía el candidato, uno de sus hermanos tomó la palabra: “Quiero hacerles a ustedes un pequeño detalle, un regalito a todo el pueblo de Caucasia (…) Lo van a cuidar, lo van a valorar y lo van a rodear. Les entrego al próximo alcalde, a Jefferson, mi sobrino”.
El ungido, Jefferson Sarmiento Ortiz, tiene 24 años, ha cursado estudios de derecho e inscribió su candidatura para reemplazar a su tío valiéndose de que la ley permite que un nuevo candidato reemplace a otro en caso de muerte o incapacidad física permanente. Entre abril y diciembre de 2020, Sarmiento hizo parte de la unidad de trabajo legislativo del representante Germán Blanco.
Con ese nuevo panorama, todo parecía estar listo para que Caucasia tuviera elecciones el 6 de junio tal y como ya lo habían definido la Gobernación de Antioquia y la Registraduría. Pero el 27 de mayo varios medios informaron sobre el fallo de la tutela que, supuestamente, interpuso Rosario del Rocío García Vargas. El juez ordenaba suspender las elecciones “hasta tanto la ocupación de Ucis disminuya a un nivel en que el municipio no se encuentre en alerta alta de contagio y/o se logre la inmunidad de rebaño”.
Ese documento, plagado de errores ortográficos y de sintaxis, hablaba del “departamento de Caucasia” y explícitamente se refería a la necesidad de que 35 millones de personas estuvieran vacunadas en Colombia antes de que se realizaran esas elecciones. Pero hay un detalle aún más llamativo: el fallo tiene fecha del 25 de mayo y en su argumentación hace referencia a la muerte de Leiderman Ortiz, que fue el 26 de mayo.
A la manipulación en la fecha de esa decisión —o a la capacidad del juez Ferney Vidales Reyes para ver el futuro— se suma que la tutela, que fue radicada el 5 de mayo, en ninguna de sus 23 páginas se refiere a una muerte que no había ocurrido.
A la suplantación de la persona que interpuso la tutela, la inconsistencia en la fecha y la manipulación en el contenido del fallo, hay que agregar otro elemento: junto al nombre de la tutelante aparece un número celular para notificar la decisión: 3215182480. Aunque el número ya se encuentra fuera de servicio, la aplicación TrueCaller, que crea una base de datos con los contactos almacenados en las agendas telefónicas de los usuarios, lo identifica como “Vicente Hcup”.
El Armadillo consultó con varias fuentes entre funcionarios y exfuncionarios de ese hospital y también tuvo acceso a una base de datos en la que se registra información personal de los trabajadores. De acuerdo con esas fuentes —y así lo confirma el listado de empleados—, esa línea es de Vicente Crespo Alviz, quien trabajó, primero como camillero y luego como auxiliar administrativo en esa institución hasta 2020 en un contrato tercerizado por medio de Sintrasant.
El primero de febrero de 2021, Crespo firmó otro contrato con la Alcaldía de Caucasia como auxiliar de archivo. El supervisor de ese contrato es Mervin José Moya Peñafiel, otra de las fichas del clan Rodríguez, quien hasta el 31 de mayo de 2021 fue secretario de Salud de Caucasia y renunció para presentarse al concurso para la elección de gerente del hospital en reemplazo del asesinado Luis Octavio Gutiérrez.
A propósito de la suplantación en esa tutela, en la última semana la historia tuvo nuevos giros, pues pese a la nulidad y a que se ratificó la fecha de las elecciones, las movidas para entorpecer el proceso y engañar al sistema judicial no se detuvieron. El 31 de mayo, Rosario del Rocío García firmó un documento que envió a la Fiscalía para desistir de la denuncia por la utilización de su nombre y su firma, otorgó autorización a un abogado para representarla y dio una voltereta en su declaración: dijo que sí fue ella la persona que interpuso la tutela.
“Me abordaron unos hombres los cuales me direccionaron a manifestar mediante un video que yo no había firmado ni tampoco interpuesto ninguna acción de tutela (…) la suscrita de manera intimidada manifestaba lo dicho, pues tenía miedo y no sabía quiénes eran estos hombres”, dice el documento.
En este punto aparece en la historia Juan David Londoño García. Londoño fue alcalde de Puerto Nare en el periodo 2012-2015 y fue suspendido e inhabilitado por la Procuraduría por firmar un contrato con una fundación cuyo representante legal era el esposo de la personera de ese mismo municipio. Fue director de Calidad y Red de Servicios de la Secretaría de Salud de Antioquia durante la gobernación de Luis Pérez, quien además, en 2016, lo nombró gerente encargado del Hospital Marco Fidel Suárez, de Bello, donde fue vinculado por la Contraloría a un proceso de responsabilidad fiscal por más de $2.700 millones.
Hace menos de cuatro meses, Londoño firmó un contrato con el hospital departamental La María para gerenciar un proyecto de ampliación de la infraestructura de esa institución. El gerente de ese hospital, es decir, la persona que le otorgó ese contrato, es el político liberal Héctor Jaime Garro, quien fue secretario de Salud de Antioquia, justo cuando Londoño era directivo en esa entidad.
Aunque no tiene vínculo contractual con la Alcaldía de Caucasia, varias fuentes que consultó El Armadillo en ese municipio lo identifican como asesor del alcalde (e) Félix Olmedo Arango. Además, aseguran que fue la persona que logró la retractación de Rosario del Rocío García. Su nombre es clave en otro caso que, aunque menos sonado, pone en evidencia que esa no fue la única suplantación para tratar de frenar las elecciones.
El Armadillo conoció todos los detalles del caso y, aunque cuenta con la documentación que lo soporta, se reserva su publicación por seguridad de los involucrados. Se trata de alguien cuyo nombre también apareció sin su consentimiento en una acción de tutela con exactamente la misma solicitud que la presentada, supuestamente, por Rosario del Rocío García.
Esa persona aseguró haberse enterado por redes sociales de la suplantación y presentó ante el juzgado que conoció el caso un escrito afirmando que no estaba relacionada con esa tutela. Según varias fuentes y la documentación que conoció El Armadillo, en los últimos días fue abordada por Londoño, quien le ofreció $15 millones y asesoría jurídica a cambio de retractarse.
El Armadillo buscó la versión del alcalde Arango, de los hermanos Rodríguez y de Juan David Londoño. Logró comunicarse con el alcalde, quien negó todas las acusaciones, dijo que ni él ni nadie de su administración tienen relación con las tutelas y en una breve conversación dijo que el suyo es “un gobierno muy atacado en las redes sociales”. Por su parte, Óscar Rodríguez —que además fue secretario de Gobierno entre octubre de 2020 y marzo de 2021— aseguró que todos los señalamientos buscan “enlodarlo” a él y a su hermano Orlando, el exgerente del HCUP. “Siempre me he caracterizado por superarme y estudiar. Aquí somos caníbales: no se puede ver que el otro progrese porque empezamos a demeritarlo y atacarlo”, dijo.
Calificó como “ataques” las publicaciones del periodista Sergio Mesa y sobre las tutelas, afirmó que le parece “un exabrupto hacer unas elecciones en medio de una pandemia”. No obstante, aseguró que “ni el alcalde ni nadie de la administración tiene que ver” con esos recursos judiciales y que no conoce a Vicente Crespo Alviz, el contratista propietario de la línea celular que fue registrada en la tutela a nombre de Rosario del Rocío García. Enfáticamente negó tener un vínculo cercano con Juan David Londoño: “Solo lo conozco porque uno en este gremio conoce a mucha gente”.
En su diálogo con El Armadillo, Rodríguez nunca mencionó el nombre de José Nadín Arabia, pero varias veces se refirió a él: “Esa persona está aspirando, ha sido alcalde tres veces y su logo es un camello, pero yo no quiero que la entrevista esté enfocada en alguien, yo no quiero hacer señalamientos”. Y cerró con la siguiente afirmación: “Yo le pido que sea imparcial. El pecado de mi familia es acabar con una hegemonía de gobierno de 20 años”.
Con el fracaso de la estrategia para frenar las elecciones, este domingo la ciudadanía de Caucasia elige al alcalde que estará al frente de una localidad de 120 mil habitantes, con un presupuesto anual que supera los $100 mil millones, estratégica por ser la conexión entre Córdoba y Antioquia, y que vive en medio de una disputa de varios grupos criminales por el control del narcotráfico y la minería ilegal. Todo, en medio de la sombra del clientelismo, los cacicazgos políticos y la amenaza de saqueo de los recursos públicos.
*Actualización: A las 5:16 p.m. del domingo 6 de junio la Registraduría confirmó a Jefferson Sarmiento Ortiz como nuevo alcalde de Caucasia. El heredero político de Leiderman Ortiz obtuvo 12.762 votos (46,10% del total). En segundo lugar quedó José Nadin Arabia (28,79%) y le sacó más de 6.000 votos de ventaja a Surany Arboleda, que ocupó la tercera posición (6,35%). Solo el 37% de las personas habilitadas para votar acudieron a las urnas. Horas después de conocerse el triunfo, Germán Blanco (conservador), Gustavo Petro (Colombia Humana) y Paola Holguín (Centro Democrático) compartieron mensajes en los que decían que Sarmiento había ganado con el apoyo de sus partidos.