Es amigo y fue asesor del alcalde de Medellín, Daniel Quintero. Aunque se eligió con el aval del Centro Democrático, declarado en oposición, Corredor apoya iniciativas del gobierno y varias personas que trabajaron en sus empresas tienen puestos en la administración.
Por Vanesa Restrepo
El 27 de abril de 2021 fue, quizás, uno de los días más difíciles en la vida política de Albert Yordano Corredor Bustamante. El concejal de Medellín había logrado que su bancada, el Centro Democrático (CD), declarada en oposición, le diera libertad para votar sí al proyecto que buscaba modificar el objeto social del aeropuerto Olaya Herrera —el alcalde Daniel Quintero dijo poco antes de la decisión del Concejo que el objetivo era convertir ese espacio en un parque—, una de las apuestas estrella de la actual administración. Pero tres horas y cuatro minutos antes de la sesión definitiva Álvaro Uribe Vélez, expresidente y líder del CD, publicó un trino en el que dijo que su partido consideraba riesgoso el proyecto. “Como bancada nuestros concejales deben votar NO”, escribió.
Por eso cuando el secretario del Concejo le pidió expresar su voto con dos llamados, Corredor permaneció en silencio. Responder “sí” implicaba desobedecer a Uribe, líder natural de su partido, pero ir a favor de la iniciativa de su amigo Quintero. Votar “no” significaba darle la espalda al alcalde, con quien ha trabajado desde 2017. En cualquiera de los dos escenarios Corredor perdía: su voto no cambiaría el resultado —Quintero salió derrotado con 12 votos en contra y ocho a favor— y expondría aún más su doble condición de opositor y defensor del alcalde.
Consultado por El Armadillo sobre esa ausencia en una votación tan importante, el concejal dijo que el partido le había dado libertad de votar y que se abstuvo de hacerlo porque luego de ser coordinador de ponentes, de votar sí en primer debate y de hacer encuentros para socializar la iniciativa durante más de 40 días “no me permití ni me permitiría ser contrario a la convicción que sigo teniendo de que este es un gran proyecto para Medellín”.
Pero ese no es un episodio aislado. A pesar de que varios integrantes de su partido son activistas en la revocatoria de Quintero, durante el año y medio que lleva en el Concejo Corredor ha sido ponente y promotor de siete proyectos de acuerdo impulsados por la Administración Municipal, incluyendo la polémica propuesta de darle facultades pro tempore al alcalde para ampliar el objeto social de EPM.
Tal es la dualidad del concejal que hasta logró pasar de agache cuando su partido se declaró en oposición a Quintero, en septiembre de 2020. El comunicado con el que el CD oficializa el anuncio incluye un párrafo en el que se aclara que Corredor permanece en independencia, pero respeta y acata las decisiones del partido. “Él está jugando a dos bandos y lo hace desde la campaña. No quería peleas con Quintero y pasó días intentando convencer a algunos concejales de no hacer esa declaración”, contó un alto directivo del partido, que pidió mantener su nombre en reserva.
De familia negociante
Corredor Bustamante nació en Medellín en 1989. Es administrador de negocios de Eafit y se graduó de un MBA en la Universidad de Miami en 2016. Es hijo de Albert Corredor Gómez, rector y fundador de varias instituciones y empresas vinculadas, en su mayoría, al sector educativo, pero entre las que también hay una inmobiliaria (Inmobicor) y un apartahotel en Coveñas (Torreblanca).
Los Corredor fundaron y dirigen el Censa, un centro de educación técnica que funciona desde 2001 en Antioquia, y luego abrió sedes en Bogotá, Caldas, Córdoba, Santander y Valle del Cauca. En 2010 el Censa se enfrentó a la cancelación de los registros de tres programas académicos por problemas en la calidad y cumplimiento de la intensidad horaria. Hoy esos programas se ofertan con normalidad.
Cuatro años después, en 2014, el Censa llegó a Costa Rica, donde opera con el nombre de Centro de Sistemas de América, y a Estados Unidos, donde constituyeron el Censa International College (CIC) que funciona en Florida.
Fue precisamente en el CIC donde el hoy concejal obtuvo su segundo posgrado, una maestría en administración de negocios internacionales de la que se graduó en 2018. Para ese momento, según los registros oficiales, era “manager” de la universidad. Al preguntarle si había algún conflicto de intereses al ser evaluado por docentes que eran sus subalternos, Corredor señaló que para ese momento era Board Member (miembro del consejo de administración) y que no tenía injerencia en el personal docente que estaba a cargo de los directores académicos y de programa.
“Es muy común y muy bien visto en el ámbito académico que las directivas y miembros de las comunidades académicas de instituciones de educación postsecundaria realicen de manera parcial o total sus estudios en las instituciones donde ejercen”, dijo Corredor.
También son fundadores —y Corredor padre es rector— de la Corporación Universitaria Americana (Coruniamericana), una institución que nació en 2003 y hoy tiene sedes en Barranquilla, Montería y Medellín.
En República Dominicana hacen presencia con el nombre de Instituto de Capacitación Dominicano Félix Evaristo Mejía y en Argentina tuvieron un centro de idiomas en la ciudad de Mendoza, del que no se tiene registro de actividad desde 2015.
En Medellín también tienen una empresa llamada Organización OEI SAS, que informalmente se hace llamar “Organización Educativa Integral” e incluye el centro de idiomas Lingo, del que Albert Yordano fue director y fundador; la Fundación Juan Sebastián Gutiérrez Bustamante de Censa, que tiene un colegio con el mismo nombre; y el Club Medellín, un tradicional club social hoy convertido en centro de eventos empresariales, sociales, deportivos, recreativos y culturales, en el que se adelantaron buena parte de las reuniones de campaña del concejal.
De los negocios a la política
Albert Yordano es el primero de su familia en ocupar un cargo de elección popular, aunque los Corredor no han sido ajenos a la política. Varios integrantes del Centro Democrático señalaron que el padre del concejal ha sido simpatizante del expresidente Álvaro Uribe y ha tenido vínculos cercanos con varios de los congresistas y concejales actuales del partido.
Una exempleada de una de estas instituciones educativas, que pidió reserva de su nombre, contó que Coruniamericana fue sede de varios eventos de campaña y que incluso se han repartido allí formularios de afiliación al CD. “En 2019 los contratos venían con otra hoja que había que firmar y que muchos no leyeron. Era un formato de afiliación al CD. Poco después se supo de la candidatura de Albert al Concejo y ahí entendimos todo”, dijo.
A pesar de la cercanía con el partido de Uribe, la llegada de Albert Yordano al sector público fue como asesor para educación en el Ministerio de las TIC en 2017, cuando Daniel Quintero era viceministro de Economía Digital y Juan Manuel Santos era presidente. Dos fuentes que trabajaron con ambos en el ministerio coincidieron en que fue Quintero quien llevó a Corredor a esa entidad.
“Sus funciones eran estar en todos los proyectos del ministerio que tuvieran que ver con educación, tecnologías y temas similares. Por oídas supe que era un ‘duro’ en algunos sectores educativos de Medellín”, declaró una de las fuentes.
Sobre su relación con Quintero, Corredor explicó que los une “una bonita amistad personal” y declaró que “de lo poco que mis 32 años de vida me han enseñado es que la familia y la amistad van siempre primero, así también como he aprendido a no permitir que las diferencias políticas, ideológicas o religiosas me alejen de las personas”.
Pero la cercanía del concejal y el alcalde no se reduce solo a una amistad. Familiares, amigos y socios de Albert Corredor ocupan cargos claves en la alcaldía de Daniel Quintero, la mayoría vinculados con temas educativos. Una fuente de la Alcaldía señaló que
“en la práctica la Secretaría de Educación es la cuota de Corredor” y que el concejal es consultado en cada decisión clave que se toma en ese rubro.
De hecho la titular de esa dependencia, Alexandra Agudelo, trabajó como directora de Desarrollo Social del Censa en 2013, como consta en varios certificados. Sin embargo esa experiencia fue eliminada de su perfil en la red LinkedIn tras un informe de Caracol Radio publicado luego de que Corredor dijo en esa misma emisora que no tenía cuotas en la administración municipal. En el Sigep, el sistema de gestión del empleo público, tampoco aparece reseñada la experiencia de Agudelo en el Censa.
En esa secretaría, antes de Agudelo, fue designado Alberto Uribe Correa, exrector de la Universidad de Antioquia y asesor de la Rectoría de Coruniamericana. Uribe finalmente no pudo posesionarse porque está pensionado y la norma prohíbe que una persona reciba dos salarios del Estado.
Otro señalado de ser “ficha” de Corredor es el subsecretario Administrativo y Financiero de la Secretaría de Educación, Juan David Agudelo Restrepo, quien ocupó dos vicerrectorías (Financiera y General) en la Coruniamericana entre 2018 y 2020. Junto a él aparece el actual director técnico de la Secretaría de Gobierno y Gestión del Gabinete, Mateo Jaramillo Gallego, que ocupó por lo menos cuatro cargos en el Censa y Coruniamericana entre 2017 y 2020.
Buen Comienzo, entre tanto, estuvo dirigido hasta mayo de 2021 por Vivian Puerta, esposa de José Martín Pimiento, socio de Coruniamericana e hijo de Mauricio Pimiento, exsenador condenado por nexos con paramilitares en Cesar. Hoy Puerta ocupa la dirección de la Fundación EPM.
En la jefatura de la Oficina Asesora de Comunicaciones del Área Metropolitana está Cindy Gutiérrez Bustamante, prima del concejal Corredor y quien trabajó en el Ministerio de TIC cuando Quintero era viceministro y Corredor era asesor. Gutiérrez además fue la encargada de gestionar las licencias, permisos, acreditaciones y sedes para que el Censa funcionara en Costa Rica. La hermana de Cindy, Carolina, trabajó con Colombia Avanza, organización que ha recibido millonarios contratos en el gobierno de Quintero, vinculados con programas como Buen Comienzo y el PAE.
Y la baraja de influencias relevantes la cierra Ómar Flórez, exalcalde de Medellín y decano de la facultad de Ciencias Administrativas y Contables de Coruniamericana. Flórez fue designado por Quintero en la junta directiva de EPM luego de la renuncia masiva de los integrantes de esa corporación en agosto de 2020.
Sobre esos cargos, Corredor señaló que su familia adelanta procesos educativos en los que ha participado mucha gente: “Manifestar que estos profesionales que hoy prestan sus servicios a la Alcaldía de Medellín son ‘cuotas’ en la administración es un insulto a sus hojas de vida y trayectoria profesional”.
Giro a la derecha
En abril de 2018 Corredor fue designado como gerente para Antioquia de la campaña presidencial del liberal Humberto de la Calle, exjefe negociador del acuerdo de paz con las Farc y quien salió derrotado en primera vuelta. Tras el resultado, Corredor buscó su entrada al Centro Democrático.
“En la segunda vuelta presidencial, y agradeciendo la invitación del presidente Álvaro Uribe Vélez, adherí oficialmente a la campaña del actual primer mandatario, Iván Duque Márquez. Terminada esta contienda y
totalmente alineados con los principios que rigen el partido, tomamos como equipo la decisión de dar inicio a la labor de solicitud de aval por el Centro Democrático a la lista al Concejo de Medellín”, le dijo Corredor a El Armadillo. Aclaró que buscó vincularse a ese partido por “la profunda admiración” que dice profesar por Uribe.
El diputado Andrés Guerra, quien para entonces dirigía el Centro Democrático en Antioquia, explicó que conoció a Corredor por intermedio del hoy representante a la Cámara Esteban Quintero, hijo del excongresista Rubén Darío Quintero, condenado por parapolítica.
“Albert Corredor me pidió reunión y yo se la di en la sede del CD el 3 de octubre de 2017. Era para conocernos. A principios de 2018 volvimos a encontrarnos en campaña al Congreso y a la Presidencia. En el mes de abril de 2018 me expresó su deseo de ser concejal de Medellín”, recordó Guerra y aclaró que Corredor le dijo que podía pedirle referencias a Esteban Quintero y que finalmente meses después se reunió con ambos.
Esteban Quintero, por su parte, explicó que es amigo personal de Corredor incluso desde antes de que ambos entraran en la política. “Me acerqué a él antes de la segunda vuelta para la Presidencia y lo llevé donde el director departamental del partido (Guerra). El papá de Albert siempre ha sido muy uribista y ese fue un buen acercamiento. Después de eso no tuvimos más contacto, y de hecho no lo acompañé en su candidatura al Concejo porque la candidata con la que yo trabajé es la concejala Nataly Vélez”, dijo.
Sin embargo, el hoy concejal nunca participó de actividades de campaña con Alfredo Ramos Maya, candidato de su partido a la alcaldía —y rival de Daniel Quintero—, más allá de las presentaciones de las candidaturas. “Puso el logo de Ramos en las piezas de campaña porque le tocó, pero nunca lo llevó a las reuniones políticas que hacía, que es lo que normalmente hacen los candidatos. Eso sí, sabía de cada paso de Quintero”, recordó una directiva del CD.
El representante Esteban Quintero contó además que el concejal es muy cercano a los hijos de Uribe, algo que otros dos miembros del partido también mencionaron. “Probablemente eso le ha servido de protección a Corredor para no entrar en problemas con Uribe por su apoyo al alcalde Daniel Quintero”, dijo una de las fuentes.
El Armadillo le consultó al expresidente Uribe su opinión respecto a las relaciones políticas de Corredor y el alcalde de Medellín, pero el líder del CD pidió consultar al concejal Gabriel Dib, coordinador del partido en la ciudad.
A este último le consultamos su opinión sobre el trabajo de Corredor, si sentía que respetaba las decisiones de bancada y qué opinaba de que sea un integrante del partido opositor el que lidere algunos proyectos de acuerdo del gobierno. «Me gustaría pedirle al concejal Albert que él mismo responda (…) No suelo hablar de compañeros sin que ellos estén. Obviamente tengo mis apreciaciones y hasta las he conversado directamente con él. Trato de mantener a mi bancada unida. Un tema que no ha sido nada fácil», comentó.
Albert Corredor señaló que no tiene negocios con Jerónimo y Tomás Uribe, pero dijo que conoce «de cerca» el trabajo empresarial de Tomás, a quien describió como «un joven con una inteligencia arrolladora, un liderazgo innato y una disposición para servir que refleja lo que en mi opinión es lo que pide a gritos nuestro país».
La frase es muy similar a otra que usó en 2017 para felicitar a Daniel Quintero por su cumpleaños. «Mil años más llenos de bendiciones y salud para seguir transformando nuestra Colombia, que pide a gritos más cómo vos» [sic], escribió en ese entonces el concejal.
Dos concejales dijeron que consideraban a Corredor como una especie de informante del gobierno dentro del Concejo, pues varios asuntos tratados en la corporación y entre los opositores habían llegado a oídos del gabinete justo después de que él se enterara.
Al preguntarle sobre esos comentarios, Corredor respondió: “Siempre estoy y estaré abierto a responder cualquier pregunta, pero esta me parece tendenciosa y malintencionada. Referirse a mi persona como ‘una suerte de informante’ insulta sobremanera mi con mucho esfuerzo construido buen nombre, intachable hoja de vida y, si bien corto, muy bien recorrido camino profesional”.
Negocios y plataformas
La campaña de Corredor, según los reportes entregados al Consejo Nacional Electoral, costó $137,6 millones, de los cuales el concejal puso $113 millones de su bolsillo que justificó, en su respuesta a El Armadillo, como el “resultado de años de esfuerzo, dedicación y trabajo”.
El resto del dinero provino de dos donaciones: $2,8 millones de la Cooperativa Belén y $2 millones de Mauricio Stiven Echeverri Gutiérrez, docente del Censa, también graduado de posgrado en el CIC de Miami y quien además actuó como contador de la campaña. Por ese trabajo le pagaron los mismos $2 millones. Los restantes $19,6 millones fueron reportados como ingresos originados en actos públicos, publicaciones y/o cualquier otra actividad lucrativa del partido o movimiento.
Por su actividad como concejal, Corredor ha recibido honorarios por más de $113 millones. Los datos entregados por el Concejo de Medellín no incluyen los pagos por las sesiones extra de mayo de 2020 y 2021, ni los honorarios correspondientes a las sesiones del 19 al 26 de marzo y del 19 al 30 de abril de 2021.
Desde que Corredor llegó al Concejo en 2020 no hay reportes de contratos firmados entre las instituciones educativas de su familia y la Alcaldía de Medellín, aunque sí los hay con varias entidades públicas en Atlántico y alcaldías de municipios antioqueños como El Retiro y San Pedro de los Milagros.
Trabajo “Por Medellín”
En diciembre de 2018 Albert Corredor Bustamante y Alberto Uribe Correa crearon la Fundación Por Medellín, cuyo objeto es «fomentar el respeto, la tolerancia y la inclusión (…)
promoviendo nuevos liderazgos provenientes de sectores no tradicionales, alejados de las corrientes que por años y con no muy buenos resultados vienen liderando y gobernando Medellín».
En la foto oficial de la fundación, publicada en su página web, aparecen uniformados varios empleados de Coruniamericana incluyendo a Mateo Jaramillo, hoy en la Alcaldía; Diana Ramírez, asistente de la Vicerrectoría de Extensión; Katherine Moreano, directora de Egresados; Tatiana Fontalvo, directora de Internacionalización y Margarita Ramírez, directora de Proyección Social.
Los documentos oficiales de la fundación señalan que tendrá un plan de becas, construirá un centro de formación laboral, un centro de innovación empresarial, un consultorio jurídico y una veeduría ciudadana, entre otros.
En la presentación oficial de la Fundación, Corredor prometió que entregaría más de 3.000 becas. En 2019, cuando renovó por última vez su registro ante la Cámara de Comercio, la Fundación reportó tener un patrimonio de $100 mil pesos. Ese mismo año entregó más de 90 becas parciales y totales para las instituciones educativas de los Corredor.
“La fundación se creó dizque para entregar becas pero lo que hacían era ir con la marca a los barrios ofreciendo becas, mercados y ayudas (regalos en navidad, útiles) para posicionar el proyecto político de Albert”, dijo un antiguo empleado de los Corredor.
Otro empleado confirmó que alguna vez acompañó una de esas visitas y que su misión era lograr que la gente asociara las ayudas con el futuro candidato al Concejo: “Esa fue la forma en la que empezaron a buscar votos. Seguramente la retomarán en su siguiente meta política que es la Alcaldía”.
El Armadillo le preguntó al concejal si aspira a la Alcaldía de Medellín. “No lo tengo en mis planes”, respondió.