El cambio de versión del concejal Andrés “Gury” Rodríguez sobre la muerte de un supuesto atracador

Por El Armadillo

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21 de diciembre de 2025

El pasado 16 de diciembre, el conductor del concejal de Medellín Andrés Gury Rodríguez (Centro Democrático) disparó contra un hombre que, según la información que ha circulado hasta el momento, cometía un atraco en una licorera de El Poblado. Pero la versión que dio el concejal en un comunicado sobre lo que ocurrió esa noche es muy distinta a lo que les dijo a los policías que atendieron el caso. ¿Quién es el exmilitar que disparó?

Por: Juan David Ortiz Franco y Mateo Isaza Giraldo.


El sitio se llama D-Merkato y queda en el barrio Santa María de Los Ángeles, en El Poblado. Es un minimercado y licorera ubicado junto a una bomba de gasolina muy cerca de la avenida El Poblado. El martes 16 de diciembre, el concejal de Medellín Andrés Felipe Rodríguez, conocido como El Gury, estaba en ese lugar en lo que, dijo, era una reunión de trabajo. Lo acompañaban varias personas, entre ellas, David Toledo, candidato a la Cámara de Representantes por el Centro Democrático, el mismo partido del concejal.

Esa noche, en ese mismo lugar y mientras ocurría esa reunión de la que participaban los dos políticos que integran el equipo de la senadora María Fernanda Cabal, un hombre, que supuestamente llegó para cometer un atraco, murió por el disparo de un arma de fuego que habría accionado el conductor del concejal. Sin embargo, la versión que dio Gury Rodríguez sobre las circunstancias del robo y la reacción de su conductor cambiaron en cuestión de horas.

En un comunicado que publicó a las 8:00 de la mañana del 17 de diciembre —la mañana siguiente a los hechos—, el concejal aseguró que él y las personas que lo acompañaban fueron “testigos de un intento de hurto contra el propietario del establecimiento”. Y que «en defensa de la integridad personal de los ciudadanos presentes y la suya propia el conductor asignado por parte del Concejo actuó en legítima defensa, haciendo uso de su arma de protección personal, lo que derivó en la neutralización del agresor».

Sin embargo, un reporte policial que conoció El Armadillo recoge la versión que les dio Rodríguez a los uniformados que atendieron el caso minutos después y tiene una versión muy diferente sobre lo que pasó:

“La patrulla llegó al lugar, se entrevistó con Andrés Felipe Rodríguez Puerta conocido como «El Gury», concejal de Medellín, quién manifestó que se encontraba departiendo en el local cuando un sujeto lo intimidó con arma de fuego hurtándole cadena de oro. Ante los hechos, su conductor Ferlelis Palacios Córdoba (SIC) reaccionó con su arma de propiedad impactando al delincuente”, dice el reporte.

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Ese documento tiene algunos detalles adicionales: explica que la Policía se enteró de lo que pasó por la llamada al 123 de una mujer que dijo haber escuchado un disparo y luego ver personas aglomeradas en D-Merkato; también dice que el hombre muerto tendría entre 20 y 25 años, que el cuerpo tenía un herida de arma de fuego en la cabeza y que a su lado había una pistola. Ese reporte está en nuestras manos, pero no lo publicamos para proteger la identidad de la fuente que nos lo entregó.

Sin embargo, además de que se trata de una fuente verificada, otro documento oficial respalda lo que dice ese reporte: el informe diario del Sistema Integral para la Seguridad y la Convivencia (SISC) de la Alcaldía de Medellín, que cuantifica y ofrece información preliminar sobre los homicidios cometidos en la ciudad. El informe del día siguiente a esos hechos recogió el caso e incluye una descripción que coincide con la primera versión que le dio el concejal a los policías que atendieron la llamada al 123 y se aparta de la que entregó en su comunicado del día siguiente:

“Según labores de campo, el sujeto presuntamente intentó hurtar a una persona que se encontraba en una licorera de la zona, ante los hechos su escolta que se encontraba en el lugar reaccionó con su arma de fuego”.

Ese “su escolta” es clave porque refuerza la inconsistencia: mientras en la versión inicial la víctima del intento de robo era el concejal Gury Rodríguez, en el comunicado del día siguiente la versión era que quien sufrió la intimidación y el robo había sido el propietario del establecimiento comercial D-Merkato.

¿Quién fue la persona que disparó?

El informe policial de esa noche indica que la persona que disparó el arma que mató al supuesto atracador se llama Ferlelis Palacios Córdoba. Aunque esos sí son sus apellidos, en realidad su nombre es Fernelis y es contratista del Concejo de Medellín desde el 29 de octubre de 2025. “El contratista actualmente se encuentra asignado al concejal Andrés Felipe Rodriguez”, nos respondió vía correo electrónico Juan Camilo Arredondo, secretario general de esa corporación.

Hablamos con dos concejales y con un exconcejal de Medellín que nos pidieron no publicar sus nombres y les preguntamos por la forma como se asignan esos conductores. Nos explicaron que en el Concejo existe una planta de empleados de carrera o en provisionalidad para cubrir los traslados de los concejales.

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No obstante, dos de ellos nos aseguraron que en algunos casos, como ocurrió en este de Palacios Córdoba, los concejales disponen una parte de los recursos oficiales que les son asignados para pagar los salarios de sus equipos de apoyo y solicitan a la Secretaría General del Concejo que suscriban con personas específicas contratos de prestación de servicios. 

“Hay concejales que prefieren sacar de esa plata, renuncian al conductor de planta y piden que les contraten a alguien por prestación porque puede ser de más confianza”, nos dijo un exconcejal que nos pidió no publicar su nombre. 

Pero además de la confianza hay otro factor que tiene que ver con los perfiles y con las prioridades que definen los mismos concejales: “Ningún conductor oficial del Concejo de Medellín trabaja como escolta, ni los de carrera ni los que están en provisionalidad”, nos dijo otra de esas fuentes.

Sin embargo, en el caso de los contratistas sus tareas solo pueden limitarse a manejar los carros oficiales asignados, al menos en el papel, pues en la práctica pueden terminar asumiendo funciones de seguridad e incluso portar armas si tienen permisos que los habiliten para hacerlo. 

“No es algo oficial. El Concejo no interviene en eso. Seguramente el concejal busca que pueda estar armado para que haga al mismo tiempo las veces de escolta, pero eso no tiene que ver con la corporación”, nos explicó uno de los concejales con los que hablamos.

Y ese es, de nuevo, el caso del conductor del concejal Gury Rodríguez: Fernelis Palacios Córdoba nació el 23 de octubre de 1981 y solo reportó un empleo en la hoja de vida que presentó para su contrato. Ingresó al Ejército a sus 21 años, estuvo en esa institución entre 2003 y 2024 y al momento de su retiro era soldado profesional. Eso explica, en parte, que estuviera armado en la noche de ese 16 de diciembre. De acuerdo con el reporte policial en poder de El Armadillo, su arma es una pistola Córdova, fabricada por Indumil.

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Ahora bien, las circunstancias que llevaron a que decidiera disparar y matar al supuesto atracador todavía no son claras, pese a que en su comunicado del miércoles el concejal Rodríguez aseguró que “actuó en legítima defensa”. El Código Penal colombiano establece que la legítima defensa se configura “por la necesidad de defender un derecho propio o ajeno contra injusta agresión actual o inminente, siempre que la defensa sea proporcionada a la agresión”.

Al respecto, el candidato David Toledo, también en un comunicado que publicó ese mismo 17 de diciembre, matizó esa idea y dijo que será la Fiscalía la encargada de “determinar si se configuraron los presupuestos legales de la legítima defensa”. No obstante, al día siguiente Toledo publicó un video en el que abandonó los matices: dijo que ese martes “fue testigo de unos hechos confusos”, que “un personaje armado entró intimidando” a quienes estaban en ese lugar y que “gracias a Dios y en uso de la defensa legítima un conductor del Concejo neutralizó a este bandido”.  

Contactamos a ambos para preguntarles detalles sobre lo que pasó esa noche y a Rodríguez, concretamente, por la diferencia entre la versión que entregó a la Policía y la que ofreció en su comunicado. Los dos nos dijeron que no podían responder a nuestras preguntas por tratarse de una investigación en curso. 

También estuvimos en D-Merkato para corroborar las versiones sobre quién habría sido la víctima del atraco y pedir otros detalles. Sin embargo, el administrador no estaba presente y, aunque le dejamos un mensaje con una persona que trabaja en el lugar, hasta la publicación de esta historia no nos había respondido. Nos confirmaron, eso sí, que Rodríguez lo visita con frecuencia.    

Allí, justo frente a la caja registradora, está instalada una cámara de seguridad. En los alrededores hay dos más: una del sistema de videovigilancia del distrito y otra en la portería de una unidad residencial vecina. Por su ubicación, las grabaciones de esas tres cámaras, que no pudimos obtener hasta ahora, podrían ofrecer muchos detalles sobre lo que realmente pasó esa noche.

En octubre, Vorágine publicó un informe en el que expuso cómo otro exmilitar aparece contratado en el equipo de apoyo del concejal Andrés Felipe Rodríguez. Se trata de Mauricio Felipe Muñoz Martínez, un sargento retirado del Ejército que, de acuerdo con la investigación de ese medio, prestaría servicios de seguridad al concejal, pese a que en su contrato figura como “gestor comunitario”.

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