El hombre de negocios que controla la Gobernación de Antioquia desde un comedor

Por Vanesa Restrepo

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21 de julio de 2021

Por: Vanesa Restrepo

Un compañero de estudios del gobernador de Antioquia representa a varias de sus empresas familiares y al mismo tiempo, durante el último periodo de gobierno, ha tenido dos contratos, que suman $184 millones, para asesorar a la administración departamental.

Juan Esteban Álvarez (cuarto de izquierda a derecha) aparece en la foto en medio de los dos gobernadores: Aníbal Gaviria (suspendido) y Luis Fernando Suárez (encargado). La foto fue tomada en diciembre de 2019 en Hidroituango.

Con una carpeta negra en la mano Miguel* llegó hasta el piso 12 de la Gobernación de Antioquia un día de febrero de 2020 para negociar el contrato que le prometieron meses antes, cuando trabajó en la campaña de Aníbal Gaviria Correa. Esperaba una reunión con el nuevo mandatario o con la Secretaría de Gestión Humana, pero se sorprendió cuando lo hicieron pasar a un comedor.

En medio de las sillas y bastante cerca del despacho de Gaviria, Miguel vio una cara conocida: la de Juan Esteban Álvarez Bermúdez. “Yo lo había visto en la campaña, siempre estaba con Aníbal pero había entendido que solo participaba en negocios privados. Él fue el que decidió a dónde me enviaban y por lo que supe luego, es la persona que dice quién entra y quién sale de la administración”., contó.

Cinco funcionarios activos de la Gobernación de Antioquia, con distintos rangos y vinculación, le dijeron a El Armadillo que aunque nunca ha habido una instrucción directa, en la administración departamental es regla que las decisiones de Álvarez deben acatarse como si vinieran del mismo Aníbal.

“Gaviria lo presentó en la campaña como su hermano de vida y nadie se quiere meter con el hermano del gobernador. Yo no sé si él tiene contrato o algún cargo, pero incluso cuando Gaviria ha estado detenido, él ha seguido viniendo y dirigiendo. Le habla al oído a Luis Fernando Suárez [gobernador encargado]”, dijo uno de los funcionarios.

Y como buen hermano, está en las buenas y en las malas. El Armadillo comprobó, que desde 2020, Álvarez ha firmado dos contratos como asesor de la Gobernación de Antioquia que suman $179 millones. Al mismo tiempo es el representante legal de dos empresas de la familia Gaviria Correa y hace parte de las juntas directivas de por lo menos siete más. Los negocios van desde la producción de banano hasta la minería de cobre.

Un desconocido muy famoso

Los funcionarios que conocen al asesor lo describen como un personaje misterioso: no usa celulares, no tiene una oficina fija y casi siempre anda vestido de manera informal. Dicen que lo han visto con una libreta en la que guarda números de teléfonos importantes y datos relevantes, y que cuando necesita llamar a alguien simplemente le pide prestado el teléfono a algún integrante del gabinete departamental.

De su vida personal nadie quiso hablar. Su perfil en el Sistema de Información y Gestión del Empleo Público— donde todos los empleados y contratistas del Estado deben registrarse— apenas fue creado a principios del 2021 y dice que nació en Envigado.


Para contactarlo fue necesario enviarle mensajes a su esposa, una asistente y al gerente de Comunicaciones de la Gobernación de Antioquia.

A su nombre y el de su esposa figura un almacén llamado Adornos y Variedades Ana Rosa, que tiene sedes en Envigado y Sabaneta, capital de $10 millones y cuatro propiedades a nombre de ambos, incluidos tres predios rurales y un apartamento en Sabaneta. El matrimonio también representa la escuela deportiva Modo Fútbol S.A.S.

Una de sus últimas fotos fue tomada el 16 de octubre de 2020, cuando el Tribunal Superior de Medellín ordenó la libertad de Gaviria, procesado por presuntas irregularidades en el contrato de construcción de la Troncal de la Paz, ejecutado entre 2005 y 2007 durante su primer periodo como gobernador. Por ese mismo proceso el mandatario fue recapturado el pasado 3 de marzo.

El Armadillo le preguntó a Álvarez, vía cuestionario escrito, cuál fue su participación en el proceso de diseño, contratación, construcción y/o ejecución de las obras de la troncal, pues para la fecha también era asesor del gobierno. “Ninguna”, fue su única respuesta.

Sin embargo, una comunicación enviada el 19 de septiembre de 2019 por Luis Alfonso Bravo, abogado de cabecera de Gaviria, dice explícitamente que Álvarez estuvo en un comité de contratación que autorizó el proyecto y fue celebrado el 26 de agosto de 2005.

Comunicación del abogado de Gaviria a la Fiscalía delegada ante la Corte Suprema.

El asesor ‘todero’

El 10 de febrero de 2020 Álvarez firmó el contrato No. 4600010454 por $84 millones, con una duración de 10 meses, para brindar asesoría y apoyo a la gestión del gobernador de Antioquia «en temas de relacionamiento estratégico con entidades públicas y privadas, y para fijar políticas públicas principalmente de desarrollo económico y político».

Según consta en documentos oficiales, su contratación se justificaba en que ninguna de las dependencias del gobierno departamental tenía disponible a alguien con su perfil: por lo menos 10 años de experiencia, manejo de juntas directivas y trayectoria en la negociación con sindicatos.

La cláusula 2 de este contrato describe que, entre otras funciones, Álvarez podrá representar al departamento de Antioquia en reuniones con autoridades nacionales, regionales y locales «con el fin de lograr acuerdos, apertura de diálogo, entre otras».

El 19 de enero de 2021 firmó un segundo contrato por $99 millones con el mismo fin, aunque con un ligero cambio: se suprimieron las facultades para representar al departamento. Esta vez la duración estipulada fue de 11 meses. 

En este año y medio, Álvarez ha asesorado a la Gobernación en temáticas tan diversas como la crisis por la pandemia, Hidroituango, planes de turismo, en la formulación del plan de desarrollo, la construcción del presupuesto departamental, jornadas de acuerdos con los alcaldes, formulación del plan cosecha cafetera, emergencias invernales, ha acompañado entrevistas con medios de comunicación, firmas de documentos relevantes como el convenio de cofinanciación del Metro de la 80 y hasta en reconocimientos a deportistas y artistas.

Uno de sus papeles protagónicos estuvo en el proyecto para transformar la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA) en una empresa industrial y comercial del Estado. El diputado opositor Luis Peláez asegura que en el segundo semestre de 2020 fue convocado a una reunión virtual con el gobernador para discutir el tema.

“Ahí, de la nada, apareció Juan Esteban. Nunca lo había visto, pero parece que muchos de mis compañeros en la Asamblea sí. Habló de lo que había que hacer, de lo que querían. Fue muy raro. Un diputado de la coalición de gobierno fue el que me dijo que él era el poder cuando Aníbal no estaba”, recordó. El Armadillo remitió un cuestionario a la Gobernación de Antioquia y en la respuesta, firmada por Ana Lucía Castañeda, jefe de la Oficina Privada, se informa que hoy Álvarez es “invitado permanente” de la junta directiva de la FLA.

En marzo de 2020, Álvarez asesoró a Gaviria en la definición de una “estrategia de acuerdos con la Gobernación de Chocó”, departamento en el que opera la empresa Minera El Roble, de cuya junta directiva Álvarez es integrante principal.

Y en varias oportunidades ha participado de comités y eventos en los que se toman decisiones sobre Urabá, región en la que funcionan dos empresas bananeras dirigidas por Álvarez con capital de la familia Gaviria Correa. El Armadillo le preguntó al asesor si consideraba que podría configurarse un posible conflicto de interés por su participación en negocios privados del gobernador. Su respuesta fue: “No”.

Negocios en familia

Según consta en los registros mercantiles, Álvarez es el representante legal de Agropecuaria Grupo 20, una empresa con un capital autorizado de $436 millones y que pertenece a la familia Gaviria. Hermanos y sobrinos del gobernador de Antioquia integran la junta directiva de la empresa que exporta productos agrícolas, en especial banano.

Lo mismo ocurre en Agropecuaria La Llave, empresa con $800 millones de capital, dedicada a comercializar productos agropecuarios, además de comprar y vender inmuebles urbanos y rurales para llevar a cabo su objeto social.

El nombre de Álvarez Bermúdez también figura en las juntas directivas de las empresas Agrícola Sara Palma, Agrícola Uberaba, Nueva Plantación, CI Unión de Bananeros de Urabá (Uniban), Promotora Bananera S.A. (Proban), Asociación de Bananeros de Colombia (Augura) y Minera El Roble S.A. En todas ellas, excepto en la minera, hay por lo menos otro integrante de la familia Gaviria dentro de las juntas directivas.

Contra Minera El Roble, que opera en Chocó y explota cobre, hay por lo menos dos quejas en la Contraloría que piden que se investigue si ha habido irregularidades en el pago de regalías. Hasta el momento no se han reportado avances en las investigaciones.

Pero es en el Urabá antioqueño donde Álvarez es más conocido, pues varias veces se ha encargado de la negociación con sindicatos de trabajadores del sector bananero. Su nombre fue incluido por el exjefe paramilitar Raúl Hasbún, alias “Pedro Bonito”, en una lista de supuestos financiadores de las Autodefensas Unidas de Colombia que entregó a la justicia en 2010.

La única declaración que Álvarez hizo al respecto la dio al portal Verdad Abierta en mayo de 2011 cuando reconoció que el Grupo 20 hizo “aportes a través de un descuento que hacían las comercializadoras de tres centavos de dólar por caja exportada, para las Convivir”.

También admitió que se reunió dos veces con “Pedro Bonito”, entre 1998 y 1999, y que en ambos encuentros fue presionado para pagar extorsiones. “La cosa se volvió o se pagaba o se pagaba, así que hubo que acceder a unos pagos de varios millones de pesos (…) El problema es que él (Hasbún) dice que fue voluntario, y eso no fue voluntario”, agregó.

Por esos hechos, Guillermo Gaviria Echeverri —padre del gobernador, fallecido en 2014— y Álvarez estuvieron detenidos entre abril y mayo de 2012, cuando Aníbal era alcalde de Medellín. En 2013 se les formuló acusación por el delito de concierto para delinquir y el 26 de septiembre del mismo año el caso precluyó a favor de ambos. Al preguntarle sobre el caso, el hoy asesor le dijo a El Armadillo que fue “un proceso penal de público conocimiento en el que ambos fuimos absueltos porque no se encontró la comisión de ningún delito” y que el proceso precluyó como “cosa juzgada”.

Amigo y consejero

44 días antes de ser elegido como gobernador, Gaviria llegó hasta Envigado y desde una tarima presentó oficialmente a Álvarez. “En mi casa éramos ocho hermanos. Con la muerte violenta de Guillermo, quedamos siete, pero la vida me dio un hermano de vida, de aquí de Envigado: Juan Esteban Álvarez. Él me ha dado apoyo toda mi vida”, dijo. Y una lluvia de aplausos, seguidos por preguntas de “quién es”, se escucharon entre el público. Así lo recuerda una persona que ese día estuvo presente.

Álvarez sostiene que conoció a Aníbal Gaviria en la Universidad Eafit, cuando cursaban el pregrado de Administración de Negocios en los años 80: “Fuimos compañeros de estudio y desde entonces somos amigos”. En política, agregó, lo ha acompañado como gerente de campaña, asesor político y ciudadano votante.

Su trabajo como asesor en los gobiernos de Gaviria empezó en la Gobernación (2004 – 2007) y siguió en la Alcaldía de Medellín (2012 – 2015). José Diego Gallo, quien hizo parte de ese último gobierno como Secretario de Infraestructura —por recomendación de Álvarez— lo define como “el amigo que todo el mundo quiere tener, un hombre al que no le interesa ningún cargo público, que le ayuda a Aníbal sin estar en puestos”.

Gallo cuenta que se conocieron en una campaña política por intermedio del exalcalde de Envigado Héctor Londoño y que años después Álvarez lo apoyó en su aspiración a la Alcaldía. Durante esa administración la esposa de Álvarez, Mary Luz Lopera, fue contratista para un proyecto de promoción de valores y sentido de pertenencia por el municipio. Según Gallo, Álvarez no estaba de acuerdo con que ella trabajara en ese momento.

“De Juan Esteban me impresionó que en pocos segundos logra diagnósticos que la gente normalmente hace en meses. Es un visionario y en ciertos temas de importancia daba rápidas soluciones y eso hizo que lo sintiera como un amigo”, declaró el exalcalde, hoy retirado de la política luego de un escándalo por la compra de un lote, propiedad de un presunto narcotraficante. El caso fue archivado en 2015 por “inexistencia del hecho”.

Dos diputados de la coalición de gobierno coinciden en señalar que Álvarez es una “extensión” de Gaviria y que su papel es negociar cuotas políticas, esto explicaría su influencia en la contratación. Además, que presiona para que se aprueben las ordenanzas que la administración propone y sirve como puente con empresarios y gremios.

De su participación en política hay otro registro público. En 2015 Juan Carlos Vélez Uribe, entonces candidato a la Alcaldía de Medellín por el Centro Democrático, le agradeció haber organizado un evento con más de 400 personas. Preguntado por El Armadillo, Vélez Uribe se abstuvo de referirse al papel de Álvarez en su campaña.

Pero entre los Gaviria la imagen es otra. Una fuente de su entorno más cercano dijo que Aníbal siempre ha estado descrestado con la inteligencia y claridad de su amigo y que con el paso del tiempo los hermanos compartieron ese sentimiento: “Él no es un empleado, es uno más de la familia”.

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