Un partido que obtuvo su personería jurídica en agosto de 2022 le tiró un salvavidas al candidato acusado de cometer fraude para obtener su título de abogado. En febrero, durante un evento en el que repartió regalos y comida a más de 300 periodistas, Bedoya había dicho que tenía la “aplanadora” de cuatro partidos y de una alianza con Carlos Andrés Trujillo.
Los estatutos del Partido Demócrata Colombiano empiezan con una declaración de principios. La lista es extensa, pero entre sus lineamientos ese partido dice estar comprometido con los derechos humanos, la ancestralidad, la defensa del territorio y la reivindicación de las minorías. También asegura que está inspirado “en las luchas antiesclavistas y la resistencia social, invocando la protección de Jehová Dios viviente de Israel”.
Fue esa colectividad la que salvó la candidatura del exsenador Julián Bedoya a la Gobernación de Antioquia. Con su aval, el político acusado de obtener de forma fraudulenta su título de abogado y que lidera una de las estructuras más votadas del departamento —a la que pertenecen el senador Juan Diego Echavarría y la representante María Eugenia Lopera—, inscribió su aspiración en la tarde del sábado 29 de julio, el último día del plazo fijado por la Registraduría.
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El Consejo Nacional Electoral le otorgó la personería jurídica al Partido Demócrata Colombiano con una resolución del 12 de agosto de 2022. A finales de ese mismo mes, varios magistrados de ese organismo viajaron a San Basilio de Palenque a un evento organizado por el partido para la entrega de esa resolución.
“La verdad fue un acto muy emotivo, que es un reconocimiento también a la Constitución de 1991 sobre el tema de las minorías étnicas”, le dijo al diario La Libertad el entonces presidente del CNE, César Augusto Abreo.
Sin embargo, las “acciones afirmativas” que destacó el magistrado Abreo son realmente un derecho adquirido, pues cualquier movimiento que logre una curul en el Congreso obtiene de forma automática la personería jurídica. Para que eso ocurriera con el Partido Demócrata Colombiano hubo antes una movida política que derivó en la creación del primer partido palenquero de Colombia y, al mismo tiempo, de una máquina para otorgar avales en todo el país.
La historia la contó La Silla Vacía en marzo del año pasado. En ese momento se acababa de consolidar una lista para competir por las dos curules de la circunscripción especial afro en la Cámara de Representantes. Y detrás de los acuerdos para hacerlo estuvieron dos nombres de la política tradicional: Laureano Acuña, del partido Conservador e involucrado en el escándalo de compra de votos de Aída Merlano, y el senador de la U, José David Name. Ambos barranquilleros.
La lista se llamó Vamos Juntos y contó con el aval del Consejo Comunitario Afro Palenque de la Vereda las Trescientas y del Municipio de Galapa, en el Atlántico. Estaba integrada por Ana Rogelia Monsalve, Edison Massa y Pedro Adán Torres.
Según le dijo a El Armadillo un concejal de Barranquilla que conoce la política del Atlántico y pidió no publicar su nombre, los dos primeros eran los candidatos viables. Monsalve tuvo el apoyo de Name y Massa el de Acuña. Torres, por su parte, es un abogado y líder afro de San Basilio de Palenque que, pese a no tener a su servicio las maquinarias de los otros dos candidatos, le daba legitimidad a la lista.
Los resultados respaldan esa idea: Monsalve —que fue elegida— obtuvo más de 21 mil votos, Massa fue segundo con 12 mil y Pedro Adán Torres fue tercero con poco más de 2 mil votos.
Detrás de esa aplanadora electoral de Monsalve, hoy representante a la Cámara por el Partido Demócrata Colombiano, estuvieron políticos con influencia nacional: “La estaba apadrinando José David Name, pero incluso en algunos encuentros estuvo Dilian Francisca Toro”, le dijo a El Armadillo un líder comunitario de Malambo.
En esa conexión con el Partido de la U fue clave su hermano, el alcalde de ese municipio, Rumeniggue Monsalve. Ese político conservador llegó a la Alcaldía de Malambo con el apoyo de Acuña, de quien luego se distanció. Para las elecciones legislativas logró maniobrar en los acuerdos políticos entre su antiguo aliado, Acuña, y José David Name. Luego dispuso la maquinaria que llevó a Ana Rogelia Monsalve a la curul que hoy ocupa a nombre del mismo partido que acaba de avalar a Julián Bedoya.
«Lo vamos a defender hasta el final»
Que Julián Bedoya haya terminado en el Partido Demócrata Colombiano lo explica la decisión del partido Liberal, y en concreto de su presidente César Gaviria, de otorgarle el aval de esa colectividad a la candidatura de Eugenio Prieto.
Ambos aspirantes, que representan a sectores enfrentados del liberalismo antioqueño, habían pedido formalmente el apoyo de su partido. Finalmente, el lapicero de Gaviria se torció a favor de Prieto, más cercano a los senadores y representantes críticos del gobierno de Gustavo Petro, a diferencia de Bedoya que tiene cuotas e influencia en el Gobierno Nacional.
Esa decisión, cualquiera sea el cálculo de Gaviria, está antecedida por el historial de Bedoya que, como ha publicado Vorágine, incluye su expulsión de la Policía por robarse una pistola cuando tenía 19 años, pasa por las las acusaciones sobre su título profesional y terminan en los contratos direccionados a su esposa por alcaldes de su grupo político.
El sábado, en su inscripción, estuvo acompañado por Pedro Adán Torres quien, luego de ser tercero en la lista de Vamos Juntos, asumió como representante legal y presidente del Partido Demócrata Colombiano. De esa inscripción quedó una foto en la que aparecen, además de Bedoya y Torres, Johnny García —exalcalde de La Estrella e integrante del grupo político del exsenador— y dos funcionarios de la Registraduría.
Esa imagen, en la que Torres aparece con su traje tradicional y su bastón de mando, contrastó con las inscripciones de buena parte de los demás candidatos a la Gobernación de Antioquia, que llevaron a sus simpatizantes hasta la Registraduría e hicieron de ese trámite una exposición de su capital político.
Pero el mayor contraste de esa foto es con otro evento del propio Bedoya que, en febrero, les repartió regalos y comida a más de 300 personas en el restaurante Andrés Medellín. Allí, con la excusa de celebrar el Día del Periodista, anunció su precandidatura, anticipó alianzas con otros líderes políticos como el senador y gamonal conservador Carlos Andrés Trujillo —días antes de que fuera destronado de la presidencia de esa colectividad— y dijo que lideraría “una aplanadora” integrada por cuatro partidos.
Pedro Adán Torres, quien se reconoce a sí mismo como líder cristiano y palenquero, le dijo a El Armadillo que fue Bedoya quien buscó a ese partido: “Él lo solicitó [el aval], llenó los formularios, pasó el proceso de ventanilla única y salió sin ninguna mancha. Le solicitamos el programa de gobierno y vimos que tiene gran aprecio por las zonas donde están asentadas las comunidades afrodescendientes en el Urabá”.
Agregó que para estas elecciones otorgaron cerca de 1800 avales a candidatos a asambleas, concejos y juntas administradoras locales. De hecho, cualquier persona podía preinscribirse por medio de un formulario de Google alojado en su página web. Así avalaron a la exalcaldesa de Cartagena Yolanda Wong que busca la Gobernación de Bolívar y, según Torres, también a candidatos a las gobernaciones de departamentos como Amazonas, Guainía y Putumayo.
El líder afro también habló de su coincidencia de principios con Bedoya: “Nos impacta de la propuesta de Julián Bedoya que se conecta con nuestras banderas. La primera es la defensa de la vida. Nosotros creemos que hay que defender la vida del que está por nacer”. Ese aval, sin embargo, le representó a su partido la ruptura de un acuerdo que lo había puesto en la agenda nacional. El pasado 26 de junio Rodrigo Lara se valió de dos cartas para inscribir su candidatura a la Alcaldía de Bogotá. La primera, que destacó el propio Lara en sus redes, fueron las 212 mil firmas que recogió para su movimiento significativo de ciudadanos. La otra, mucho más discreta, fue el aval del Partido Demócrata Colombiano.
La alianza duró poco. En una carta que envió el domingo a ese partido, Lara anunció que renunciaba a su aval y en referencia a Bedoya afirmó que “existen liderazgos que son opuestos e incompatibles con los valores” de su candidatura.
Torres le dijo a El Armadillo que su partido representa a un pueblo libre y que, por tanto, no se deja influenciar por posiciones como la de Lara. Además, en una carta de respuesta al candidato a la Alcaldía de Bogotá, el Partido Demócrata agregó que no es posible renunciar a un aval después de inscrita una candidatura y que, por tanto, el único camino que le queda si desea bajarse de ese acuerdo es renunciar a su aspiración.
“Nosotros los afros hemos sido discriminados toda la vida, ¿cómo vamos a discriminar a una persona? Nos sentimos orgullosos de tener un candidato del talante y de la calidad de Julián Bedoya —dijo Torres—. Hoy es miembro de nuestro partido y lo vamos a defender hasta el final”.