Federico Gutiérrez asume este primero de enero la Alcaldía de Medellín y lo hace con la mayor votación de la historia para ese cargo. Analizamos los resultados de las elecciones de octubre comuna por comuna y los cruzamos con otros datos para entender cuál fue la ciudad que lo eligió.
Por: Juan David Ortiz Franco, Manuela Garcés y Vanesa Restrepo *.
El primero de enero de 2020, Daniel Quintero Calle madrugó. Varias horas antes de su posesión se trepó a un morro en Santo Domingo Savio y rezó apoyado en una cruz de madera. Escribió con mala ortografía el nombre del barrio en un trino que publicó pasadas las 7:00 de la mañana y así inauguró un mensaje que se encargó de reiterar desde ese día y hasta el final de su mandato: que su gobierno concentraría sus esfuerzos en el norte de Medellín.
Las elecciones del 29 de octubre de 2023, sin embargo, dieron cuenta de que ese discurso tuvo pocos efectos concretos en lo electoral. Federico Gutiérrez hizo una campaña basada en la idea de “recuperar” a Medellín de Quintero y se convirtió en el alcalde más votado de la historia.
El apoyo a Gutiérrez fue tan masivo que en todas las comunas arrasó con más de la mitad de los votos. En cinco de ellas (Belén, El Poblado, Laureles, La América y Guayabal) ese apoyo superó el 70% y solo en un punto de votación, el de las cárceles, sacó menos del 50%. Finalmente, Gutiérrez se quedó con la Alcaldía tras superar por más de 60 puntos porcentuales a Juan Carlos Upegui, candidato de Quintero. Este último renunció un mes antes de las elecciones para hacer campaña con Independientes, su partido político.
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La renuncia tuvo un guiño a esa Medellín del norte, y también a la del sur. El primero de octubre, en su primer día como exalcalde, regresó a la cruz en la que estuvo el primer día de su mandato y caminó por algunos barrios repartiendo volantes de Upegui.
Luego se subió a una tarima en la carrera 52, frente a la estación Acevedo del metro y pronunció un discurso en el que dijo que Parques del río Norte, una mega obra que pretende convertir en un parque la ribera del río en la zona nororiental de Medellín, “la iban a hacer en El Poblado”, pero que su administración había modificado esos planes. A un costado de la tarima estaban las vallas de las obras que comenzaron en septiembre.
Eso no fue suficiente para sus aspiraciones. En las comunas 1 (Popular), 2 (Santa Cruz), 3 (Manrique) y 4 (Aranjuez), el candidato de Quintero perdió con Gutiérrez, en todos los casos, por más de 45 puntos porcentuales. Sin embargo, de esas cifras se desprenden otros elementos de análisis.
Revisamos los resultados en todas las comunas y corregimientos de Medellín y los cruzamos con otros datos para entender cuál fue la ciudad que eligió a un conocido del pasado en contra de la continuidad de un proyecto que se vendió como una opción de futuro. Sacamos estas tres conclusiones.
1. La Medellín del norte y la deuda social
En las comunas 1 a 7, que conforman las zonas nororiental y noroccidental de Medellín, Federico Gutiérrez obtuvo 231 mil votos, cerca de la tercera parte de los 697 mil que lo convirtieron en el alcalde más votado en la historia de la ciudad y que casi triplicaron sus resultados de su primera elección, en 2015.
Esas comunas son clave, no solo por su potencial electoral (el 58% de toda la ciudad), sino por la deuda social con el norte de Medellín que ha sido una reivindicación popular desde hace varias décadas, pero también un “caballito de batalla” electoral.
Si bien ese discurso se reitera sin mayor detalle, los datos se pueden particularizar para tener una mejor perspectiva. Para 2019 esas siete comunas se ubicaban por debajo de la media de la ciudad en el Índice Multidimensional de Condiciones de Vida, que considera diferentes aspectos como ingresos, el acceso a servicios públicos, salud, escolaridad y calidad de la vivienda.
Al cerrar el foco, las comunas 1, 2 y 3 son, en ese mismo orden, las que tienen los peores indicadores entre las comunas urbanas. Y a propósito, entre 2016 y 2019 (la primera alcaldía de Gutiérrez), los indicadores desmejoraron en siete de las 16 comunas. Entre ellas, Popular, Santa Cruz, Aranjuez y Castilla. Esto último, de acuerdo con datos de Medellín Cómo Vamos.
A falta de datos consolidados de los últimos cuatro años en ese índice, lo que sí se puede comparar es la inversión por comuna entre una y otra administración. Tomamos los datos más actualizados de la alcaldía de Quintero, que van hasta agosto de 2023 y los comparamos con los de los cuatro años de Gutiérrez.
Encontramos que, pese a la “narrativa” quinterista de políticas sociales para la zona norte , el porcentaje de participación de la inversión en las comunas 1 a 7 frente al total de la ciudad se mantuvo casi igual: en los cuatro años de Gutiérrez esas comunas recibieron el 44,8% de la inversión ($7,8 billones). En los cuatro años de Quintero, a falta de los datos de los últimos cuatro meses de 2023, la inversión fue del 45,6% ($9,8 billones).
2. El apoyo casi unánime entre los más ricos
En la comuna 14 (El Poblado), la de mayor ingreso promedio por habitante en Medellín, el resultado fue contundente: 9 de cada 10 personas que votaron por un candidato a la Alcaldía lo hicieron por Federico Gutiérrez . Allí, el nuevo alcalde obtuvo 84.940 votos. La segunda votación más alta fue en blanco (2.001 votos), mientras que Juan Carlos Upegui (1.643 votos) y Albert Corredor (449) ocuparon el tercer y cuarto lugar.
El dato, aunque contundente, no es del todo novedoso. En 2015 y 2019 los candidatos más votados en El Poblado tuvieron el respaldo del Centro Democrático, partido que en 2023 apoyó abiertamente la candidatura de Gutiérrez, con mensajes encabezados por el expresidente Álvaro Uribe.
En Laureles —otra de las comunas con ingresos más altos— 7.5 de cada 10 votos fueron para el nuevo alcalde. Allí Gutiérrez tuvo el respaldo de 50.247 personas, mientras que Upegui solo llegó a 4.306.
En número de votos, la comuna que más le sumó a Federico Gutiérrez fue la 16, Belén, que a su vez es la del mayor número de personas habilitadas para votar: 109.142. En esta zona 7.7 de cada 10 votos fueron por Gutiérrez, y Daniel Quintero sufrió su mayor revés, pues la votación de su candidato se redujo en 76% en comparación con el resultado de 2019.
3. El Concejo, las JAL y el control político ante la «aplanadora» fiquista
Gutiérrez no solo ganó de forma aplastante la Alcaldía. Creemos, su partido, quedó con siete de 21 curules en el Concejo de Medellín y solo con el apoyo del Centro Democrático (segundo lugar, con cinco curules), conformará una coalición de gobierno mayoritaria. Pero a eso se suma el apoyo cantado de la mayoría de las otras colectividades con representación en el Concejo, lo que deja una «aplanadora» a favor del gobierno y una oposición con muy poco margen.
Eso lo explica también el resultado de los candidatos de Quintero. Pese al despliegue de recursos y a la visibilidad de estar en el gobierno, Independientes se quedó solo con dos lugares en el Concejo: uno de Juan Carlos Upegui, quien llega por el Estatuto de Oposición (recibe una curul por haber sido segundo en las elecciones a Alcaldía) y otro de Carlos Gutiérrez, que fue el único candidato de la lista de ese partido que logró una curul, y se metió raspando.
La tercera curul de la oposición será la de José Luis Marín (Aquinoticias), del Pacto Histórico, quien le dijo a El Armadillo que le preocupa la reducida capacidad de control político que tendrá el Concejo: “Esta es la primera vez desde la elección popular de alcaldes y gobernadores que hay tal unanimidad y eso no es sano democráticamente”.
Por el lado de las juntas administradoras locales, las últimas elecciones también dejaron una transformación en el mapa, quizá no tanto en lo ideológico, pero sí en los logos de las fuerzas políticas y en sus interacciones (y transacciones) entre ediles, Concejo y Alcaldía.
Para el periodo 2019 – 2023 el Centro Democrático ganó en todas las comunas urbanas, con excepción de la comuna 6 (Doce de Octubre), y tampoco ganó en los corregimientos de Palmitas, San Antonio de Prado y Altavista.
En las elecciones del 29 de octubre, Creemos arrasó y se quedó con la mayor votación en las 16 comunas y los cinco corregimientos. Además, en algunos casos las siete curules de las JAL se las repartieron solo el partido de Gutiérrez y el Centro Democrático. Así ocurrió en Laureles, La América, El Poblado y Belén. En esas cuatro comunas Creemos quedó con cuatro ediles y el CD con los tres restantes.
Los resultados menos favorables para esa colectividad fueron en los corregimientos de San Antonio de Prado, Palmitas y San Cristóbal, y en la comuna 1 (Popular), donde obtuvo dos curules. Por su parte —y a propósito de las (no tan sutiles) diferencias entre norte y sur— Independientes solo logró representación, con una curul en cada caso, en las comunas 2 (Santa Cruz), 3 (Manrique), 4 (Aranjuez), 7 (Robledo), 13 (San Javier) y en los corregimientos de Altavista y San Cristóbal.
Ese panorama en el Concejo y las JAL se puede resumir, por una parte, en que Creemos en su primera irrupción como partido (antes era movimiento) logró consolidar mayorías para las que solo requiere de alianzas naturales con otros sectores políticos de derecha. Por otra, en que Independientes apenas logró figurar, mientras los sectores que se declaran de centro desaparecieron del panorama y las colectividades de izquierda regresaron a la representación marginal que lograban eventualmente en periodos anteriores.
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Finalmente, en un hecho adicional: solo tres de los 21 concejales de Medellín repiten y buena parte de los quemados fueron viejos conocidos del Concejo y de la política tradicional que durante los últimos cuatro años hicieron transacciones clientelistas con el gobierno de Quintero. Fue quizá en esas transacciones que se diluyó la propuesta de una “Medellín futuro”.
*Con el apoyo de Alejandro Henao, investigador de datos.