Los movimientos del alcalde Daniel Quintero y del exalcalde (hoy candidato) Federico Gutiérrez se convirtieron en partidos políticos en marzo de 2023. El Consejo Nacional Electoral acogió argumentos similares para otorgarles sus personerías jurídicas y abrirles el camino para avalar miles de candidaturas. Una veeduría demandó ambas decisiones.
Seis certificaciones con estructura y redacción casi idéntica hacen parte de las pruebas que presentó el movimiento político Creemos, del exalcalde Federico Gutiérrez, para pedirle al Consejo Nacional Electoral (CNE) reconocer su personería jurídica como partido político.
Las firman la senadora Paola Holguín, los representantes a la Cámara Juan Espinal y Christian Garcés, el exrepresentante Federico Hoyos, el exconcejal de Medellín Simón Molina, todos elegidos con aval del Centro Democrático; y la directora nacional de ese partido, Nubia Stella Martínez.
Todas las cartas de quienes fueron candidatos aseguran que Creemos adhirió a sus campañas para las corporaciones en las que fueron elegidos. Dicen que ese movimiento ha “acompañado” y “respaldado” su ejercicio en esas mismas corporaciones. Y todas ellas, igual que la certificación de Martínez, hablan de su afinidad de “principios”, “ideología” o “visión de sociedad”.
En la resolución del 23 de marzo de 2023 con la que el CNE aceptó la solicitud de Creemos, ese organismo asegura que al otorgar la personería jurídica “protege y garantiza los derechos de sus simpatizantes y electores”, destaca la figura de la adhesión (demostrada con los certificados) como un mecanismo para dar cuenta de “la conjunción de fuerzas políticas” y echa mano del acuerdo de paz con las Farc para afirmar que su decisión es coherente con la búsqueda del “fortalecimiento de las garantías políticas y la apertura democrática”.
Algo similar ocurrió con Independientes, el ahora partido político del alcalde Daniel Quintero. En ese caso la certificación es una sola y la firma Gabriel Becerra Yañez, coordinador nacional del Pacto Histórico. Allí asegura que el senador Álex Flórez y el representante Alejandro Toro hacen parte de Independientes y que esa colectividad fue una de las fundadoras de la coalición.
A esa prueba, Independientes agregó un trino de diciembre de 2021 en el que Gustavo Petro le dio la bienvenida a ese movimiento al Pacto Histórico, y una publicación en redes y una entrevista en que Alejandro Toro habla de su cercanía con Quintero y con su movimiento.
Las consideraciones del CNE en su resolución del primero de marzo van en el mismo sentido que en la de Creemos y también se refiere a que convertir a Independientes en partido responde a las búsquedas del acuerdo de paz. Sin embargo, le incluye algo de matemáticas al asunto: en un punto en el que se detiene a analizar la representatividad del movimiento, ese organismo reconstruye la elección de Quintero a la Alcaldía de Medellín y destaca los 304 mil votos que obtuvo en 2019.
Con ese dato sustenta una conclusión: “El apoyo de los sufragantes [a Independientes], sus ideales y plataforma programática se encuentra por encima de los TRESCIENTOS MIL VOTOS (300.000) contando con notorio respaldo de la ciudadanía”.
También habla de la figura de la adhesión y la “conjunción de fuerzas políticas”. En este último punto las cuentas del CNE son las siguientes: dice ese organismo que para las elecciones a Senado de 2022 el umbral electoral (que permite el reconocimiento de personería jurídica al partido o movimiento que lo logre) se ubicó en 509.709 votos, que correspondió al 3% de los votos válidos.
Y entonces acude a la cifra de los 300 mil votos que obtuvo Quintero a la Alcaldía de Medellín para afirmar que ese movimiento “fácilmente” pudo haber aportado el 56,86% de los votos del Pacto Histórico para obtener el umbral. “En pocas palabras más de la mitad de los necesitados para el proceso de reconocimiento”, dice la resolución.
Armando Novoa, exmagistrado del CNE, le dijo a El Armadillo que en varias de las personerías jurídicas otorgadas recientemente se han acogido argumentos “inconsistentes y contradictorios”, y puso como ejemplo los certificados expedidos por políticos del Centro Democrático en el caso de Creemos:
“Una senadora y dos representantes son avalados por el Centro Democrático, pero dicen que desde antes pertenecían a Creemos y que por tanto tienen derecho a un partido para darle una personería a Federico Gutiérrez. Ese tipo de argumentos son no solamente inexactos sino muy endebles desde el punto de vista jurídico”.
Sin embargo, Novoa considera que lo sucedido con estos y otros partidos es consecuencia de que el Congreso no haya legislado para aprobar una reforma política. Esta debería regular lo acordado en el proceso de paz de La Habana en lo relacionado con la participación política y el sistema de partidos.
Finalmente, el exmagistrado aseguró que es muy probable que muchos de los partidos recién creados no sobrevivan más allá de las elecciones legislativas de 2026, porque difícilmente alcanzarán el umbral del 3% que requieren para mantener sus personerías jurídicas. “Más partidos no necesariamente significa más pluralismo ni más democracia participativa sino que puede llevar a lo contrario: una confusión del electorado y a la proliferación de un personalismo extremo y de microempresas electorales”, dijo.
Las máquinas de avales
Las decisiones que convirtieron a Creemos e Independientes en partidos tienen por lo menos tres efectos prácticos: la posibilidad de acceder a espacios en medios de comunicación, recibir financiación estatal y otorgar avales para cualquier corporación y en cualquier lugar del país.
Sin contar las candidaturas en coalición con otros partidos o movimientos políticos, Creemos avaló a 1.954 personas para las elecciones del 29 de octubre e Independientes lo hizo con 2.499 candidatos.
Esa potestad también les dio margen de negociación. Eso lo ejemplifica el caso de tres municipios de Cundinamarca:
En Sasaima, Independientes le entregó su aval a la Alcaldía a un candidato que va en coalición con el partido cristiano Colombia Justa Libre. Algo similar pasó en Sibaté, donde la coalición del candidato de Quintero es con el Partido de la U.
Creemos, por su parte, coavaló a su candidato a la Alcaldía de Carmen de Carupa con el Partido Demócrata Colombiano, la colectividad palenquera y encomendada a Jehová que salvó la candidatura a la Gobernación de Antioquia de Julián Bedoya.
Solo en Antioquia, Creemos tiene 24 candidatos a alcaldías. Además, apuesta por tres gobernaciones (Boyacá, Quindío y Nariño). Independientes, por su parte, tiene 16 candidatos a alcaldías en el departamento y va por ocho gobernaciones: Antioquia, Arauca, Bolívar, Guainía, Magdalena, Putumayo, San Andrés y Santander.
Las demandas
A finales de agosto el Consejo de Estado admitió una demanda de nulidad contra la personería jurídica de Creemos. La interpuso Luis Humberto Guidales, integrante de la Veeduría Transparencia Electoral, una organización creada y registrada en 2019 ante la Personería de Medellín. Guidales también radicó una acción similar contra la resolución que reconoció como partido a Independientes.
Uno de los argumentos que expone esa veeduría es que ninguno de esos dos movimientos, que inscribieron a sus candidatos por firmas en las elecciones en las que participaron, tenían “vocación de permanencia” más allá de esos procesos electorales.
Para el caso de Independientes, la demanda agrega que el movimiento no recogió firmas para inscribir una lista de candidatos al Congreso y que, por tanto, “no tenía la capacidad jurídica” para adherirse a alguna candidatura. Es así como, citando el artículo 29 de la Ley 1475 de 2011, cuestiona una de las consideraciones del CNE que, en su resolución, afirma que la figura de la adhesión no se encuentra regulada y no requiere formalismos diferentes a las expresiones de apoyo.
Los argumentos contra la resolución que reconoció a Independientes son similares, pero la demanda precisa que el senador Álex Flórez y el representante Alejandro Toro recibieron avales del movimiento Colombia Humana y que fue así como lograron integrar las listas de coalición del Pacto Histórico. Para la veeduría, eso desvirtúa la idea de la adhesión y agrega que la inclusión formal de Independientes en esa lista habría requerido la recolección de firmas.
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Guidales le dijo a El Armadillo que de imponerse el criterio del CNE basta con que “dos o tres congresistas afirmen que recibieron una adhesión para que así pueda surgir a la vida jurídica una organización política. Si tomamos esa tesis, cada casa política podría avalar la creación de un nuevo partido”.
La admisión de la demanda en el caso de Creemos significa que la petición cumple los requisitos formales. Ahora el Consejo de Estado analizará los argumentos de fondo que expone Guidales y las consideraciones del CNE. Ese proceso puede tomarse varios meses y alargarse más allá de las elecciones del 29 de octubre.
En cuanto a Independientes, la veeduría no ha sido notificada aún de algún avance en el proceso. Para esa organización, una eventual decisión de anular esas resoluciones debería tener efectos sobre los cargos de las personas que sean elegidas por esos partidos, pero el alcance de una decisión en ese sentido depende de la determinación del Consejo de Estado.
