Entre enero de 2024 y junio de 2025 el Concejo de Medellín entregó más de 350 condecoraciones. Entre las personas e instituciones homenajeadas hay deportistas, artistas, militares, empresarios, medios de comunicación, una buñuelería, una discoteca de reguetón y una organización antiaborto. Revisamos esas distinciones para entender a quiénes han exaltado y rastrear afectos, afinidades e intereses de los concejales.
El 4 de junio de 2025 hubo una maratón de fotos en el recinto del Concejo de Medellín. En una de ellas aparece un grupo de 27 personas que posa frente a los puestos que usualmente ocupa la mesa directiva. Una mujer carga una pancarta: “Oramos por el fin del aborto”. Otra sostiene una carpeta abierta que tiene un documento con la orden al mérito entregada por el Concejo a la Red Provida Latam, una organización antiaborto que dice acompañar “embarazos en crisis”.
El nombre que le da existencia jurídica a esa red es Corporación Uno Más, constituída formalmente en 2011, aunque sus orígenes se ubican en 2008, cuando los movimientos de mujeres, la alcaldía de entonces y sectores ultraconservadores se enfrentaban por la iniciativa para construir la Clínica de la Mujer. “Desde 2008 alzamos la voz contra la despenalización del aborto en Colombia (…) Demostramos nuestra inconformidad por querer promover el aborto abiertamente”, dice una corta reseña en su sitio en internet.
El anfitrión, promotor de la visita e impulsor del reconocimiento a la Red Provida Latam fue el concejal conservador Brisvani Arenas, un consejero matrimonial y asesor de familia que logró su curul en las elecciones de 2023 gracias al apoyo de Lazos de Amor Mariano. Ese grupo, una asociación ultracatólica de la que él mismo hace parte y que fue fundada en 1999 como un grupo de oración en el barrio Laureles, se expandió, diversificó su influencia y muchos de sus integrantes pasaron en poco más de dos décadas a hacer parte de un aparato de presión e incidencia para imponer valores religiosos y moldear normas en contra los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Arenas es uno de los integrantes de un equipo político que también conforman el senador Mauricio Giraldo, el representante a la Cámara Luis Miguel López y el diputado Walter Arias; todos, aunque avalados por el partido Conservador, actúan bajo la sombrilla del movimiento Unión Familia y se articulan a una telaraña de organizaciones que tienen como denominador común la defensa de la familia tradicional, la oposición al aborto y la confrontación contra lo que denominan “ideología de género”.

En el evento de ese 4 de junio, el concejal Arenas entregó, en realidad, cuatro condecoraciones: la que otorgó a la Red Provida Latam fue la Orden al Mérito Débora Arango en la categoría institucional. Ese mismo reconocimiento, pero en la categoría individual, se lo entregó a Adriana María Duque, que trabaja con población carcelaria. Las otras dos fueron órdenes al mérito Juan del Corral: una de ellas para una marca de ropa y la otra para Álvaro José Cifuentes, rector del Colegio Alcázares, del Opus Dei.
La escena se repitió a finales de julio. De nuevo el anfitrión fue Arenas, pero esa vez la orden al mérito Juan del Corral fue para la fundación Conciudadanos, una organización que se autodenomina “tanque de pensamiento” y publica revistas, libros e informes, como este, en el que se refiere al “extremo estado de desprotección del nasciturus por parte del Estado colombiano” y a la “urgente necesidad de reconocer sus derechos”.
Conciudadanos, que fue dirigida por el representante Luis Miguel López antes de que asumiera su curul en el Congreso, está estrechamente relacionada con Lazos de Amor Mariano y hace parte de la misma red de organizaciones ultraconservadoras que desde hace varias elecciones tiene el objetivo de expandir su representación política. En el acto de entrega de esa orden al mérito, el concejal Arenas dijo que Conciudadanos “es una fuerza nacida del amor conjunto por la patria, por Dios, por la familia y por los principios que hoy parecen ausentes”.
Pero los reconocimientos —11 en total, que ha entregado también a empresas, congregaciones religiosas y al colegio Sagrado Corazón Montemayor— promovidos por Brisvani Arenas durante su primer año y medio como concejal, son apenas una fracción de las 353 condecoraciones que el Concejo de Medellín entregó entre el 2 de enero de 2024 y el 19 de junio de 2025. Esas fechas corresponden, la primera, al inicio del periodo del actual Concejo distrital y la segunda al corte de un derecho de petición que presentamos ante el Concejo de Medellín para solicitar estos datos.
La cifra se traduce en que, en poco más de 18 meses, contando solo días hábiles —y sin tener en cuenta que los periodos de sesiones ordinarias duran solo seis meses anuales—, esa corporación entregó, en promedio, casi una distinción diaria. También implica que, de mantener esa tendencia, va a superar en mayo del año entrante, poco después de cumplir la mitad de su periodo, las 582 condecoraciones que entregó en cuatro años el Concejo anterior.
En la siguiente tabla puede explorar completo el listado de condecoraciones otorgadas por el Concejo entre enero de 2024 y junio de 2025:
La mecánica de las distinciones
Las condecoraciones oficiales que entrega el Concejo de Medellín están reguladas por acuerdos distritales que definen las condiciones para exaltar a personas y organizaciones destacadas en diferentes áreas. Son cinco reconocimientos: la Orden al Mérito Juan del Corral —que se divide en tres grados: oro, plata y nota de estilo—, la Distinción Gran Defensor de los Derechos Humanos Jesús María Valle Jaramillo, la Orden al Mérito Débora Arango, la Distinción al Mérito Ambiental Jorge Molina Moreno —que fue creada en mayo de 2025 y aún no ha sido otorgada por primera vez— y la Condecoración Orquídea Concejo de Medellín.
La Juan del Corral, por ejemplo, define sus grados de acuerdo con el tiempo de actividades de la persona o la entidad que la recibe, y destaca a aquellas que han hecho “una importante gestión a favor del desarrollo y progreso del Municipio, el Departamento y la Nación”. El mismo acuerdo dice en uno de sus parágrafos que, en casos de “especial repercusión internacional”, puede darse a quienes “realicen actividades sobresalientes, cuya trascendencia positiva amerite entregarla”.
Con base en esto último y acudiendo al amplio margen de interpretación que ofrece la norma fue, por ejemplo, que el Concejo le otorgó en mayo de este año esa orden al mérito al politólogo argentino Agustín Laje, muy cercano al presidente Javier Milei y uno de los más reconocidos influenciadores de la ultraderecha en América Latina.
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Tal vez ese mismo margen de interpretación explica que la Orden al Mérito Débora Arango haya sido otorgada a una organización “provida”. El acuerdo que creó esa condecoración es el 088 de diciembre de 2013 y establece, por una parte, que exalta la vida y obra de la pintora “que contribuyó a redefinir la imagen de la mujer como persona de derechos, capaz de cuestionar y transformar la realidad sociopolítica de Colombia”.
Por otra parte, la norma define que la condecoración puede ser entregada a mujeres destacadas en diferentes áreas que sean “un ejemplo de empoderamiento, solidaridad y apuesta por la paz” y a quienes “han trabajado de manera destacada en la defensa y la promoción de los derechos de la mujeres [y que] han contribuido al desarrollo social, político, económico o cultural de la población femenina”.
Sonia Vásquez era la secretaria de las Mujeres de la Alcaldía de Medellín cuando el Concejo empezó el trámite del acuerdo que creó esa orden al mérito. “Qué horror lo que me contaste”, nos dijo cuando le preguntamos por su opinión sobre la entrega de la condecoración a la Red Provida Latam. “Me parece el colmo la distorsión que le hacen a una condecoración que fue creada para el reconocimiento de mujeres que, como hizo Débora, defendían los derechos de las mujeres”, agregó.
Algo similar nos respondió la exconcejala Dora Saldarriaga: «Pobre Débora Arango. Es un atentado a la memoria histórica y a los derechos humanos de las mujeres. La Interrupción Voluntaria del Embarazo se enmarca en un derecho fundamental, que es la autodeterminación. Entonces una organización como estas no es que sea provida, es antiderechos”.
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Saldarriaga también nos dijo que, en general, existe una “instrumentalización política” de esos reconocimientos: “Cuando yo estaba en el Concejo decía que allá usted se descuida y lo condecoran. Más allá de la postura ideológica, porque es claro que el Concejo representa intereses, la pregunta es qué se hace con esos intereses. El problema es cómo está conformado este Concejo porque no hay un ejercicio de control político”.
Ambas distinciones, la Juan del Corral y la Débora Arango, coinciden en que el mecanismo para otorgarlas parte de la proposición de un concejal. Estas, a su vez, están reguladas por el Reglamento Interno del Concejo, que las define como “propuestas de iniciativas de alguno o varios miembros del Concejo respecto a un asunto de su competencia considerado de gran importancia para los intereses del Concejo o del Distrito”.
El mismo reglamento establece que, cuando se trata de distinciones, la proposición debe presentarse “por escrito con la debida sustentación y la firma del
concejal proponente” para que luego el secretario general verifique que la iniciativa cumpla los requisitos antes de que se ponga a consideración de la plenaria.
Entonces, la mecánica es simple: en todas las sesiones ordinarias la agenda incluye un punto de proposiciones. Si, como dice el reglamento, el concejal presentó con anticipación y por escrito una iniciativa para otorgar un reconocimiento, el secretario general del Concejo lee la propuesta, que suele limitarse al nombre de la persona o la organización y el tipo de distinción que se quiere otorgar. Los concejales pueden pedir la palabra para adherir a la proposición y luego, salvo una solicitud explícita de algún concejal, se somete a voto ordinario, lo que quiere decir que basta un golpe en la mesa: la votación se hace en bloque —todas las distinciones a la vez—, los votos no se cuentan uno a uno y no queda registro en el acta de la sesión de quiénes aprobaron la distinción.
“Hay cierta idea de cordialidad en los reconocimientos”, dice el concejal José Luis Marín, “Aquino”, del Pacto Histórico, que es en la práctica1Aunque los concejales Farley Macías (Partido Liberal) y Carlos Alberto Gutiérrez (Independientes) también aparecen formalmente registrados como de oposición, suelen acompañar los proyectos de la administración de Federico Gutiérrez y votar con la bancada de gobierno.
el único opositor en el Concejo. Eso se traduce en una especie de tregua que permite que, en la mayoría de los casos, los reconocimientos sean aprobados pese a las diferencias sobre otros temas. A Marín, por ejemplo, le han aprobado cuatro distinciones e incluso él mismo ha adherido a algunas condecoraciones propuestas por otros concejales con los que suele tener diferencias.
A eso se suma, dice el concejal, que muchas veces las proposiciones no se presentan con suficiente anticipación y aparecen apenas en el momento en que deben ser aprobadas, lo que impide que los corporados conozcan en detalle la justificación que sustenta las distinciones. “Entonces muchas veces algunos pueden aprobar un reconocimiento sin saber de quién se trata. Ese es un problema del reglamento que se debe corregir”, dice.
Pero en la cordialidad mutua hay excepciones. Una ocurrió el 27 de noviembre de 2024 cuando el concejal Andrés “Gury” Rodríguez propuso condecorar al peruano Miklós Lukács, al mexicano Samuel Adrián y al argentino Emmanuel Danann; tres ideólogos de la ultraderecha latinoamericana que estaban por esos días de gira por Colombia ofreciendo entrevistas y conferencias.
Luego de que fue leída la proposición, el concejal José Luis Marín pidió la palabra y leyó una nota de prensa sobre una decisión de la justicia argentina que en abril de 2024 sancionó a Dannan por hostigamiento digital contra una periodista transgénero. Marín también solicitó que la votación fuera nominal. Aunque Rodríguez defendió su iniciativa y exaltó a los tres influenciadores como promotores de la “batalla cultural” y “portentos de la derecha”, decidió retirar su proposición antes de que fuera sometida a votación. Finalmente, Rodríguez le entregó a Dannan, a nombre propio, un diploma con el logo de su partido, el Centro Democrático.
Algo similar ocurrió con la orden al mérito para Agustín Laje, aunque el resultado fue distinto: en la sesión del 24 de abril de 2025, Marín también solicitó que la votación fuera nominal. En ese caso, todos los concejales presentes en la sesión tuvieron que responder si estaban de acuerdo o no con la proposición que, finalmente, fue aprobada por 13 votos contra uno.

Políticos, deportistas, líderes sociales y buñuelos
Muy cerca del parque de Belén está la buñuelería La Especial. Es famosa por su máquina que automatiza la producción de buñuelos y porque le hacen filas de cuadras en Navidad. El 8 de diciembre de 2024, el concejal Andrés Tobón, de Creemos, publicó en sus redes sociales un video en el que aparece al frente de ese local.
Con Traicionera, de Pastor López, sonando de fondo, Tobón dice en su video que come “de esa vaina todo el año”, pero que diciembre es su excusa para hablar de ese, “el verdadero plato típico colombiano”. También, que La Especial “es el mejor punto para comerlo y comprarlo en el mundo”.
Una semana después, el 15 de diciembre, la debilidad del concejal por los buñuelos de La Especial se convirtió en condecoración institucional. Ese día, por una proposición suya, esa buñuelería recibió la Orden al Mérito Juan del Corral en la categoría oro, que es la mayor distinción que entrega el Concejo de Medellín. En su primer año y medio como concejal Tobón propuso 11 distinciones. Entre ellas, una para La Miguería —una panadería y repostería— y otras más para otras empresas como Enka de Colombia, Corbeta y Grupo Argos. A propósito, la Fundación Grupo Argos le donó a Tobón $10 millones para su campaña.
Por supuesto, en la lista de condecoraciones que ha entregado el Concejo hay mucho más que buñuelerías, organizaciones “provida” o influencers de ultraderecha: hay líderes sociales, políticos, instituciones culturales, organizaciones de la sociedad civil, empresas de diversos sectores —desde pequeños emprendimientos hasta la discoteca de reguetón Perro Negro—, medios de comunicación grandes y pequeños, deportistas, artistas, militares y gremios.
Hay reconocimientos que han generado consensos amplios, como los que fueron aprobados en agosto de 2024 para los medallistas olímpicos Ángel Barajas y Mari Sánchez, que contaron con la adhesión de casi toda la plenaria. Y otros que, pese a la aplanadora de la bancada de gobierno, han estado rodeados de más ruido, como el que fue entregado en marzo de este año al expresidente Álvaro Uribe Vélez, por iniciativa de los cinco concejales del Centro Democrático —y con la adhesión de toda la bancada de Creemos y de Miguel Iguarán (coalición entre Mira, Cambio Radical y La U)—. Esa distinción ocurrió en medio de las audiencias del juicio que derivó luego en la condena contra Uribe por fraude procesal y soborno en actuación penal.
Sin embargo, si se mira la lista concejal por concejal, el que más ha repartido condecoraciones es, de lejos, el concejal Farley Macías, del partido Liberal. En los 18 meses que contempla la lista entregó 70, la mayoría a integrantes de juntas de acción comunal y líderes comunitarios.

En segundo lugar, con 35, está Alejandro de Bedout, de Creemos. En contraste, el concejal conservador Juan Ramón Jiménez, con tres, es el que menos distinciones ha promovido. Le preguntamos a Macías por las razones para otorgar esa cantidad de reconocimientos y si considera que eso podría resultar en transacciones clientelistas, pero aunque nos dijo que podríamos conversar, solo nos envió un documento con las motivaciones que presentó con sus proposiciones.
También buscamos a los concejales Andrés Tobón y Brisvani Arenas. El primero, no respondió. El segundo nos confirmó que vio el mensaje que le enviamos, pero no contestó a las preguntas que le hicimos sobre su relación con la Fundación Conciudadanos y sobre las razones para entregar a una organización “provida” una orden al mérito que reivindica los derechos de las mujeres.
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En las fotos del 4 de junio, la persona que sostiene la carpeta con la orden al mérito para la Red Provida Latam y la Corporación Uno Más es Deisy Johana Álvarez Toro, que es, además, la representante legal de esa corporación. De su cuello cuelga la medalla que representa la consagración que hacen a la virgen los integrantes de Lazos de Amor Mariano.
La carpeta, además del diploma con la distinción, también tiene una copia de la pintura Los derechos de la mujer, de Débora Arango, una obra de 1954, justo el año en que fue aprobado el voto femenino en Colombia. En la pintura, dos mujeres bailan, vestidas con faldas cortas. También hay dos hombres. Uno, en el centro y más grande que las mujeres, lleva corbata roja, las manos levantadas y hace un gesto como si pronunciara un discurso. El otro, más pequeño, lleva el mismo traje, pero corbata azul. Ese, el hombre pequeño, está acostado en el piso y trata de mirar bajo las faldas de las mujeres.

