Las promesas incumplidas y el futuro incierto de Parques del Río Norte

Por Valeria Ortiz

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28 de enero de 2024

Parques del Río Norte fue uno de los proyectos insignia de la administración de Daniel Quintero. Su promesa, fijada como meta en el plan de desarrollo, era entregar 300.000 metros cuadrados para llevar espacio público al norte de la ciudad. Aunque hubo avances en la compra de predios, la alcaldía pasada no entregó ni un metro cuadrado de esa obra. ¿Qué pasará en el mandato de Federico Gutiérrez?


Desde uno de los puentes peatonales en el lado oriente de la estación Acevedo del metro, se ve una valla de la Alcaldía de Medellín que tapa el paso hacia unos terrenos que están entre la avenida Carabobo y el río. Ese espacio corresponde a los 49 predios que la administración de Daniel Quintero compró para una parte de la construcción de Parques del Río Norte. 

Fue justo a un costado de esa valla que el primero de octubre de 2023 el ya exalcalde Quintero se subió a una tarima en su primer acto de campaña luego de renunciar a su cargo el día anterior. Acompañado de los candidatos de su partido político, dijo, entre otras cosas, que esa obra “la iban a hacer en El Poblado”.

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Allí, en ese puente peatonal, Henrry Valencia, comunicador social e integrante de la Corporación Mi Comuna —una organización comunitaria dedicada a crear espacios culturales y de comunicación en la zona nororiental de Medellín—, nos habló sobre la importancia del proyecto, pero también de las preocupaciones de las comunidades: “La obra la necesitamos. Santa Cruz es una comuna con muy poco territorio, pero con muchísimos habitantes. Hay una proyección de que para este año serán 120 mil personas aproximadamente y no tenemos espacio público. La necesitamos, pero no así”.

Y es cierto. Esa zona de la ciudad es la que tiene el mayor déficit de espacio público y zonas verdes. Según el informe Calidad de vida de Medellín Cómo Vamos enfocado en ese sector, el Popular, Santa Cruz y Manrique tienen entre dos y tres metros cuadrados de espacio público por habitante, mientras que las comunas de Robledo, Castilla y El Poblado tienen entre 6 y 7 metros. Por eso, con Parques del Río Norte se espera reducir esa brecha.

Henrry habló también del miedo a la gentrificación, de la importancia de la protección a los moradores de la zona y de los recursos para continuar con la obra. Pero alrededor de esas preocupaciones también están las tensiones políticas por un proyecto que desde su origen ha enfrentado distintas visiones de ciudad y las prioridades de varias administraciones.

De norte a sur: el río como eje de Medellín

La idea de Parques del Río se remonta a los años 40, cuando algunos arquitectos y urbanistas como el artista Pedro Nel Gómez, ya habían pensado en un gran parque que tuviera como eje el río. Incluso desde antes el río era central para planear la organización del territorio. En 1913 se creó el primer plano de ciudad que, paradójicamente, también se llamaba Medellín futuro.

“Ese plan lo que hacía era pensarse Medellín desde el río, ensanchando el centro colonial que estaba entre las calles que se habían trazado a partir de la iglesia de La Candelaria y del Parque Bolívar, hacia el norte”, explica Juan Sebastián Bustamante, arquitecto, urbanista e integrante del Centro de Estudios Urbanos y Ambientales (Urbam) de la Universidad Eafit. 

Con el proceso de industrialización en Medellín entre los años 40 y 50, la ciudad tomó una gran importancia para el país y se volvió un lugar atractivo para vivir. Esto llevó a un aumento acelerado en su población, no solo en el centro, sino también en el nororiente, el noroccidente, el oriente, el occidente y un poco en el sur. 

Luego, el primer Plan de Ordenamiento Territorial de Medellín en 1999, empezó a tener en cuenta el río como parte integral del desarrollo urbanístico. “En los años en que la ciudad entró a pensarse como una ciudad y no simplemente como una zonificación funcional, se entendió que el río era un medio de articulación para conectar una ciudad fracturada en dos”, cuenta Jorge Pérez, arquitecto, urbanista y director de Planeación de Medellín entre 2012 y 2015, cuando se construyó la primera etapa de Parques del Río. 

El proyecto como lo conocemos en la actualidad empezó a discutirse a principios del siglo XXI y los primeros esquemas surgieron en 2011 con el Plan Director Bio 2030, una propuesta de planificación urbana orientada al desarrollo del Valle de Aburrá, liderado por Urbam. “El concepto de Parques del Río ya era acuerdo metropolitano 1 Los acuerdos metropolitanos son actos administrativos que expide la junta del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, integrada por los 10 alcaldes de la subregión. desde antes de la alcaldía de Aníbal Gaviria”, dice Pérez.

La fase uno se terminó contra la corriente de Fico

En 2013 se convocó un concurso público internacional para los diseños de Parques del Río, en el que participaron más de 50 equipos con proyectos anónimos. Finalmente ganó Latitud, una firma local de los arquitectos Juan David Hoyos y Sebastián Monsalve, con la propuesta Parque Botánico Río Medellín.

El proyecto, que luego quedó consignado en la actualización del Plan de Ordenamiento Territorial de 2014, comprende tres sectores: sur, centro y norte; desde la variante de Caldas, hasta el sector Madera, limitando con Bello.

La primera fase, con sus dos etapas (1A junto a Conquistadores y 1B a un costado de EPM y el Teatro Metropolitano), costó cerca de $700 mil millones y se financió con presupuesto municipal y con la venta parcial de UNE a Tigo en 2014. La administración y el sostenimiento de ese proyecto quedaron a cargo de la Sociedad Parques del Río, conformada por ISA, EPM, el Metro y el municipio de Medellín. 

“En la administración de Aníbal Gaviria se dejó implementada la primera etapa, toda la estructuración del plan maestro y los diseños de todo el río. Luego, en la de Federico, terminaron de construir lo que faltaba de la primera fase, pero no implementaron nada más”, cuenta Juan David Hoyos, arquitecto y uno de los diseñadores de Parques del Río. A eso se le suma que la Sociedad de Parques del Río quedó inoperante en esa misma administración.

Esa transición entre las administraciones de Gaviria y Gutiérrez estuvo marcada por la tensión sobre la continuidad del proyecto. El 29 de diciembre de 2015, a tres días del cambio de gobierno, la administración de Gaviria firmó un contrato por $161.000 millones para el segundo tramo de la obra, eso a pesar de la oposición de Gutiérrez. 

“Yo lo que he sostenido es que para mí no es la gran prioridad el proyecto de Parques del Río, puede ser un proyecto que mejore el espacio público, que recupera zonas del río, pero si a mí me dieran la posibilidad de decir qué hacer con 161.000 millones de pesos, los reinvertiría en otros temas”, le dijo el entonces alcalde electo a Teleantioquia.

Para finales de 2019, cuando entregó la etapa 1B que Gaviria le dejó “amarrada”, Federico Gutiérrez le dijo a El Colombiano: “Es un proyecto que en sí es importante para la ciudad” y que “le corresponderá a la próxima administración definir cuáles serán las fases siguientes a ejecutar”.

Quintero prometió mucho, pero no entregó un metro de espacio de público

Cuando Daniel Quintero llegó a la alcaldía decidió continuar el proyecto con la fase del norte. Su plan de desarrollo afirma que su objetivo era “(…)entregar a la ciudad una robusta infraestructura de espacio público en el norte de la ciudad, con zonas verdes para el esparcimiento y la sana recreación”. La meta para esos cuatro años era entregar 300.000 metros cuadrados de espacio público construido para beneficiar principalmente a las comunas 1 y 2. Al finalizar esa administración no se había entregado un solo metro cuadrado de ese proyecto.

Eso, a pesar de que en abril de 2021 la Secretaría de Infraestructura firmó un contrato interadministrativo con la EDU por casi $170 mil millones para la “construcción, renovación y recuperación del espacio público del norte de la ciudad”. Ese contrato tenía un plazo de 20 meses para su ejecución e incluía cuatro proyectos: el Corredor vial de la Avenida Regional Carabobo – Norte; Parques Tricentenario; el intercambio Vial del Rinconcito Ecuatoriano; y Parques del Río Norte. Para este último proyecto se fijaron tres compromisos: diseños, gestión predial y ejecución del parque, con un costo cercano a los $62 mil millones. 

En julio de 2023, 27 meses después de haberse firmado ese contrato, la Alcaldía de Medellín anunció que ya había comprado 49 de los 52 predios necesarios para la ejecución de esos 70.000 metros de parque y que luego de finalizar esa gestión predial, empezaría la construcción de 26.000 metros de espacio público. 

“Normalmente, comprar los predios toma años y solo nos faltan tres predios. Imagínense eso. En una sola administración se diseña, se compran los predios y se inician las obras”, dijo Quintero en ese momento. 

Sobre los avances a la fecha, el 17 de enero de 2024, Jaime Andrés Naranjo, secretario de Infraestructura de la Alcaldía de Federico Gutiérrez, dijo ante el Concejo distrital que entre 2020 y 2023 “solo se adelantaron estudios y diseños para 70.000 metros cuadrados”.

Ese mismo funcionario le dijo a El Armadillo que la Alcaldía tiene previsto continuar el proyecto, “a pesar de las dificultades y el reto que representa no contar con los recursos suficientes, dado que la administración anterior no apropió las vigencias futuras para continuar los proyectos que ellos mismos iniciaron”. Además, mencionó que según las fichas de empalme, se invirtieron $95.500 millones para el estudio y diseños de 70.000 metros cuadrados y para iniciar la construcción de 26.000 metros, obras que recién empezarían en abril de este año.

Contactamos también al exalcalde Quintero y le preguntamos por los pocos avances en la meta fijada en el plan de desarrollo sobre Parques del Río Norte y sobre la afirmación del actual secretario de Infraestructura a propósito de la financiación del proyecto. “Habría que preguntar a los secretarios que pueden tener datos más precisos. Pero recuerdo haberla dejado contratada y financiada. La tarea más compleja es la compra de predios, se avanzó en su totalidad y acto seguido se iniciaron las obras hidráulicas. Ninguna etapa de Parques del Río se ha realizado en una sola administración. Es el proyecto de espacio público más ambicioso en décadas. De no ser por nuestro gobierno no estaría pasando”, respondió.

Escuchar (más) al norte: ¿qué piensan del proyecto los vecinos?

Jorge Pérez menciona que la Alcaldía de Aníbal Gaviria tomó la decisión de empezar con la zona del centro porque “es el lugar donde el parque le sirve a toda la ciudad y por la facilidad de acceder al suelo mucho más rápido, pues era de propiedad pública”. Agregó, sin embargo, que “desde el primer momento Parques del Río contempló el norte como un objetivo fundamental”, que en ese momento estaba previsto que esa fuera la segunda fase y es falso que se fuera a continuar la obra en El Poblado, como dijo Quintero. 

Por su parte, Juan Sebastián Bustamante, de Urbam, que además ha investigado y conoce de cerca toda la trayectoria de Parques del Río, dijo que el proyecto es una necesidad, y que debería haber comenzado por el norte. Ahora, según dice, tendría que ser distinto a lo que se construyó en la primera fase y tener “en cuenta las formas de vida y de ocupar el espacio. Las personas, las condiciones socioeconómicas y la cultura son muy distintas. Debe ser un trabajo donde las comunidades, tanto de la ladera oriental como de la ladera occidental, sean parte activa. Que sea un proyecto que responda a sus necesidades y prioridades”.

Y puso un ejemplo a propósito de esas prioridades: “Nosotros hemos tenido conversaciones con personas que habitan el Sinaí y Moravia. Nos dicen que para qué ese parque si cada vez que llueve se inundan. Que por favor resuelvan primero el problema de inundación o, peor aún, que empecemos por tener títulos de propiedad”.

Henrry, de Mi Comuna, dice que son varias las preocupaciones de las comunidades en este momento de transición entre dos gobiernos con visiones enfrentadas. Por una parte, el riesgo de que haya desplazamientos en caso de que avancen futuros tramos cerca, justamente, de sectores como el Sinaí. A eso se suma que el pasado 9 de enero fueron desalojados los venteros informales de la estación Acevedo para empezar la construcción de uno de los tramos de la obra.

También dice que es necesario que avancen rápido las intervenciones en los predios que ya fueron comprados y las construcciones demolidas, para evitar loteos ilegales. Y que, a futuro, le inquieta que la zona se haga atractiva para negocios inmobiliarios privados que haga difícil que los pobladores originales soporten el aumento de precios y el cambio en las condiciones de vida.

Sin embargo, Henrry dice que la preocupación viene de mucho tiempo atrás. “Es esa dicotomía que tenemos entre espacio público y las casas de los habitantes del territorio. Es un desafío la transformación de los barrios populares con estas intervenciones que se hacen sin ellos en una idea de desarrollo que termina incomodando y expulsando a las personas”.

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