Las pocas líneas rojas de la Alianza Verde en Antioquia

Por Mateo Isaza Giraldo

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25 de octubre de 2023

Ese partido encara las elecciones del 29 de octubre sin candidatos propios a Alcaldía y Gobernación, pero con sus líderes dispersos en diferentes campañas. Hay verdes con Luis Pérez y Julián Bedoya, con los candidatos de Quintero y con la casa Gaviria.


Cuatro facciones jugadas por candidatos antagónicos, y sin ninguno propio a los principales cargos de Medellín y Antioquia, describen la foto de la Alianza Verde justo antes de las elecciones regionales del 29 de octubre.

Esto ocurre, dice uno de los candidatos verdes al Concejo, “porque es un partido de tendencias y las cabezas políticas y electorales son de distintos orígenes. Unas vienen de partidos tradicionales con voto de estructura y otras son más alternativas y se enfocan en el voto de opinión”.

Un integrante del comité departamental, que prefirió la reserva de su nombre para “no tener más peleas”, le explicó a El Armadillo que luego de muchas tensiones por las principales candidaturas, la decisión salomónica fue bajar al diputado Camilo Calle de la precandidatura a la Gobernación a cambio de que fuera cabeza de lista a la Asamblea.

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Eso derivó en la libertad para que los diferentes matices apoyaran otras candidaturas con solo tres excepciones: el partido Creemos de Federico Gutiérrez, el Centro Democrático y Salvación Nacional. 

Una vez se concretó que Alianza Verde llegaría sin candidato propio para disputar los dos principales cargos de La Alpujarra, las diferentes tendencias se empezaron a mover a las campañas más afines que seguían en carrera. Aquí, un mapa de cómo se reconfiguraron esas cuatro fuerzas y una radiografía que muestra parte de esas fracturas internas:

Luis Pérez: «Un hombre incansable, independiente»

“Yo lo que critico es que los otros matices son muy radicales. El partido pudo pasar tranquilamente de tres a cinco diputados en Antioquia y de dos a cuatro concejales de Medellín si nos lo hubiéramos propuesto. Pero es un tema muy complicado”.

Quien habla es el congresista Elkin Ospina, uno de los dos representantes a la Cámara que hoy tiene la Alianza Verde en Antioquia. En las elecciones legislativas de 2022 fue el más votado de su partido en el departamento con 36.236 votos.

Ospina ya había sido congresista entre 2010 y 2014 (por el partido de La U) y fue alcalde de La Ceja entre 2016 y 2019. Ese municipio es el epicentro de su fortín político que se expande por el Oriente antioqueño. 

Llegó al Verde por recomendación de un viejo amigo de la política con mucho peso nacional: el exgobernador de Boyacá (que de nuevo es candidato a esa Gobernación) Carlos Andrés Amaya. El pasado 8 de septiembre Ospina adhirió con su grupo político a la campaña de Luis Pérez Gutiérrez.

“Es un hombre incansable, independiente y no lo veo como títere de nadie. Nunca detecté que fuera corrupto o que tuviera enredos con los alcaldes”, dijo el congresista.

Elkin Ospina, representante a la Cámara por Antioquia y Luis Pérez Gutiérrez, candidato a la Gobernación.

El matiz de Ospina dentro del Verde no tiene nombre por ahora, pero sí la intención de ganar poder: llega con 16 candidatos a alcaldías en propiedad o en coaval y cerca de 78 candidatos a concejos. Y con el diputado, y otra vez candidato a la Asamblea, Rogelio Zapata que luego de varias disputas logró el aval verde para Alejandro Arias, exsecretario de Desarrollo Económico de Medellín y su fórmula al Concejo.

También apoya a Luis Pérez el concejal Jaime Cuartas, que encabeza la lista al Concejo por ese partido. Cuartas fue uno de los principales aliados de Daniel Quintero en esa corporación, aunque luego trató de desmarcarse cuando puso a sonar su nombre como precandidato a la Alcaldía.

Julián Bedoya: «Un man con principios éticos»

Otra de las facciones del Verde en Antioquia se denomina “Equipos ganadores”, liderado por el otro representante a la Cámara por los verdes en Antioquia: Juan Camilo Londoño. El congresista sacó 23.084 votos en 2022 y para ese entonces hacía llave con León Fredy Muñoz, ahora embajador en Nicaragua, de quien tomó distancia.

El equipo político de Londoño contabiliza 180 candidatos con su guiño en el departamento (entre alcaldías, concejos, Asamblea y JAL) y a finales de septiembre adhirió a la campaña del exsenador Julián Bedoya y a la de Rodolfo Correa a la Alcaldía de Medellín:

“Aquí nos juntamos un grupo de ciudadanos que se cansó de la politiquería de siempre. La adhesión a Julián [Bedoya] no fue una negociación. Aquí no hubo reparticiones de nada, hubo un acuerdo programático para fortalecer temas claves en cultura, educación, deporte, emprendimiento y salud”, nos dijo Carlos Ospino, candidato al Concejo de Medellín y una de las caras más visibles de ese equipo.

César Curí, su fórmula a la Asamblea, destacó las que, en su concepto, son algunas de las facultades de Bedoya para merecer el aval de ese matiz del Verde:

“Es un man con principios éticos, con resultados maravillosos en lo público, que conoce muy bien las regiones para gobernarlas y, sobre todo, con toda la experiencia en el servicio. Aquí me podría quedar hablándote de los argumentos que sustentan esta alianza, pero creo que este es un buen resumen”.

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El lunes 23 de octubre, a seis días de las votaciones, Julián Bedoya renunció a su candidatura y en una rueda de prensa confirmó su adhesión a la campaña del exgobernador Luis Pérez Gutiérrez, candidato que llegó avalado por la ASI, y que ha recibido apoyos de sectores de partidos tradicionales como Cambio Radical, Liberal, La U y el Conservador. La meta que se pusieron es superar el millón de votos.

De izquierda a derecha: Cesar Curí, candidato a la Asamblea; Jorge Echeverri, diputado verde; Luis Pérez Gutiérrez, Julián Bedoya, Manuel Roldán, exdiputado liberal y Nidia Marcela Osorio, excongresista conservadora.

Luis Fernando Suárez: «La posibilidad de jubilar al uribismo»

El tercer matiz se llama “Un nuevo aire”, es antagónico a los dos anteriores, tiene origen en el fajardismo y hace parte del “ala claudista” en Antioquia. Este sector lo lideran los dos políticos que estuvieron más cerca de ser los candidatos únicos por el verde a la Gobernación y la Alcaldía: el diputado Camilo Calle y el concejal Daniel Duque.

El primero declinó siendo precandidato, según dijeron fuentes del partido, para fortalecer su proyecto con cuatro años más en la Asamblea. El segundo se bajó el pasado 31 de agosto por interpretar que su candidatura era inviable de acuerdo con las encuestas y luego de fracasar en un intento de alianza con otros candidatos (igual de inviables) como Luis Bernardo Vélez, César Hernández y Juan David Valderrama.

Aunque no tiene representantes a la Cámara, este equipo sí tiene el apoyo desde Bogotá de la senadora Angélica Lozano, quien acompañó el pasado 21 de septiembre la adhesión de ese equipo político a la campaña de Luis Fernando Suárez.

“No tenemos un candidato propio a la Gobernación porque ahora no hay un liderazgo maduro y con recursos para un proceso competitivo, y no me parece deshonroso reconocerlo. Cuando eso pasa la regla es dejar en libertad sin dramas. Esa fragmentación muestra que tenemos diferencias internas y esas tensiones no se ven bonitas, pero al menos con los dos representantes a la Cámara [Ospina y Londoño] las hemos resuelto sin conflictos. Al lado de León Fredy ellos dos son Churchill”, nos dijo Lozano.


“Con Luis Fernando Suárez, Antioquia tiene la posibilidad de jubilar al uribismo que representa Andrés Julián Rendón y al mismo tiempo jubilar a Luis Pérez, Julián Bedoya, a Daniel Quintero y a la corrupción de Medellín y Antioquia (…) Es un político decente y probo”, dijo Calle en un video que publicó el 23 de octubre.

Parte del matiz del Verde. en compañía de la senadora Angélica Lozano, que adhirió a la campaña del candidato Luis Fernando Suárez.

Eso pese a que durante el fin de semana anterior Suárez y Rendón estuvieron muy cerca de sellar una alianza. Según explicó el Centro Democrático en un comunicado, esto no fue posible por diferencias en el mecanismo para elegir un candidato entre ambas aspiraciones. 

Otro integrante de ese matiz, que pidió reserva de su identidad, compartió su explicación de por qué los verdes llegan tan fragmentados: “Los representantes que tenemos [Ospina y Londoño] son políticos tradicionales que no querían tener candidato a la Gobernación para poder negociar. El Verde no debería ser el escampadero de quienes buscan un umbral más bajo para elegirse con maquinarias y sin representar la política alternativa”.

El congresista Ospina tiene otra lectura: “Yo creo que un gran problema del matiz Un nuevo aire, y se los he dicho de buena manera, es que piensan que son los únicos que son buenos o que pueden hacer las cosas bien, de resto todo el mundo es corrupto y malo. Si no son ellos nadie les sirve. Por eso no es fácil y pues con el sector de León Fredy también es difícil porque sabemos que son muy radicales y totalmente petristas”.

Los de Quintero: «La necesidad de defender los recursos de Medellín»

El “sector de León Fredy” que menciona Ospina es el matiz del Verde más cercano al proyecto político de Daniel Quintero y a su partido Independientes. Tiene cerca de 200 apoyos entre candidaturas a concejos, Asamblea, JAL, y alcaldías como Bello, La Estrella, Jericó y Peque.

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Juancho Muñoz, candidato a la Asamblea por ese matiz, y sobrino de León Fredy, cuenta que cerraron filas con Juan Carlos Upegui porque comparten luchas e ideales. A la Gobernación de Antioquia el equipo está dividido: unos con Luis Pérez y otros con Esteban Restrepo:

“Nos identificamos con el proyecto [De Upegui] y compartimos la necesidad de defender los recursos de Medellín por encima de grandes empresarios y contratistas. Decidimos recuperar la política para el pueblo y eso a la administración actual le ha costado un ataque feroz del GEA y de los sectores afines a la extrema derecha y ha generado mucha desinformación. Con todos los problemas que pudo haber tenido es un proyecto que devolvió dignidad a los sectores populares”.

Para Muñoz es apenas lógico que cuando las candidaturas de Camilo Calle y Daniel Duque se cayeron, cada tendencia se haya acercado a las fuerzas políticas más afines. “Hicimos sondeos con nuestro equipo y pusimos unas líneas rojas que son no fortalecer al uribismo ni a la extrema derecha, y defender los proyectos que se enfoquen en la paz, la justicia social y la defensa de la naturaleza”.

En el código de ética de la Alianza Verde, vigente desde septiembre de 2011, hay una norma rectora para todos los miembros del partido que hace alusión indirecta a lo que hoy se denomina líneas rojas:

“Seleccionar de forma rigurosa los aliados según las condiciones éticas y políticas con quienes se pretenda realizar acuerdos”.

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